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LINCOLN

Joven ingeniero, con raíces linqueñas, en el Arsat 1

Es parte del equipo que participó del lanzamiento del satélite argentino, en las Guayanas francesas

El ingeniero electrónico José María Cané, proveniente de una familia oriunda de Lincoln, es parte del equipo que viajó a Kourou, base de lanzamiento del satélite argentino Arsat 1, en las Guayanas Francesas.
El Arsat 1 sin dudas es para nuestro país uno de los avances tecnológicos-espaciales más importante de los últimos 50 años. Es el primer satélite de comunicaciones íntegramente construido en Argentina, con expertos de nuestro país. El mismo fue lanzado el jueves último, desde la base de lanzamiento en Kourou, en las Guayanas Francesas.
El grupo conformado por 23 especialistas, incluyó a dos ingenieros electrónicos recibidos hace tres años en la Universidad Nacional de La Plata, ellos son el linqueño José María Cané y Andrés Muñoz.
“Es un orgullo enorme, la culminación de una etapa importantísima que empezó cuatro años atrás. Todavía no termino de caer”, decía días atrás, conmovido, José María Cané.
Cané, se recibió a los 27 años en la Universidad de La Plata y apenas obtenido el título se trasladó a Bariloche, donde comenzó a trabajar en el proyecto del satélite. Estudió en un colegio privado de City Bell antes de iniciar la carrera de ingeniería electrónica en la Universidad Nacional de La Plata.
Cabe mencionar que su padre, Bernardo Cané, fue presidente del SENASA, donde tuvo destacada actuación. Este es hermano del secuestrado y desaparecido José María Cané, cuyo nombre tiene la Escuela Técnica Nº 1 de Lincoln.
El joven ingeniero electrónico lleva el nombre de su tío, a quien se lo recuerda como un militante del peronismo revolucionario, que actuó en la década del ’70, y a quien le decían Gato y había estudiado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata. Fue secuestrado-desaparecido a la edad de 22 años en Capital Federal (en la vía pública), un 20 de octubre de 1976. Fue visto en el Centro Clandestino de Detención “La Cacha” antes de su asesinato.

El lanzamiento

El lanzamiento fue un éxito y el satélite ArSat-1 está en el espacio. Se mantendrá en órbita a 36 mil metros de altura. Partió desde la Guayana Francesa a las 18.43 y sólo 33 minutos después se separó del cohete que lo transportó.
Argentina se convirtió ayer en el primer país latinoamericano que tiene en órbita un satélite geoestacionario, que lleva el nombre de ArSat-1. Fue lanzado exitosamente desde la base Kourou, en Guayana Francesa, y servirá para brindar servicios de telefonía, televisión e Internet para todo el territorio nacional, Chile, Uruguay y Paraguay, incluyendo zonas rurales.
La puesta en órbita del satélite se hizo a través del despegue del cohete francés Arianne 5, que llevaba al satélite argentino, a las 18.44 horas. El operativo fue liderado por una mujer, la ingeniera argentina Ana Caumo, jefa del proyecto de Invap –la empresa pública de la provincia de Río Negro- que lo construyó para ArSat S.A., que se creó en 2006 y depende del Ministerio de Planificación. También se lanzó en el mismo cohete otro satélite de la empresa norteamericana Direct TV.
Mucha tensión hubo en las dos horas previas al lanzamiento. La cuenta regresiva se bloqueó a los 7 minutos por las condiciones meteorológicas y por un chequeo técnico de último momento. El despegue se demoró unos 44 minutos. A las 19.17 el satélite se desprendió de la cápsula propulsora a unos 300 kilómetros sobre el nivel del mar, y empezaron las maniobras desde la superficie terrestre para ubicar al satélite en la posición de 71,8 grados de longitud oeste y para que se mantenga a 36.000 kilómetros de altura de manera constante. “De ahora en más tenemos unos diez días de órbita de transferencia hasta llegar a la órbita geoestacionaria”, dijo José Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales en la Estación Terrena Benavídez, en el Conurbano.

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