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CRECER Y APRENDER A TODA EDAD

Después de los 60, otra vida plena

Una nueva versión del camino a la vejez viene cambiando la mirada. Mujeres y hombres se encuentran con la posibilidad de reformular su horizonte de vida y sienten que luego de la jubilación todavía hay un mundo por descubrir.

Una nueva versión del camino a la vejez, desde hace varios años viene cambiando la mirada que la sociedad posee sobre los adultos mayores.
Sin dudas nuestros adultos hoy envejecen cada vez en mejores condiciones; mujeres y hombres mayores de 60 se encuentran con la posibilidad de reformular su horizonte de vida y sienten que luego de la jubilación todavía hay un mundo por descubrir.
La imagen del abuelito en chinelas que escuchaba la radio pegada a la oreja o la frágil abuelita que tejía toda la tarde en la mecedora están muy lejos de la realidad. Ahora se habla de una nueva tercera edad, donde se pueden descubrir pasiones con la certeza de que la llama de sus deseos sigue prendida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó los 60 años como el índice que marca la llegada a la tercera edad. Pero la última muestra que hizo la OMS dice otra cosa: 500 adultos mayores respondieron que ellos se identifican con esta etapa antes de cumplir los setenta.
En nuestra ciudad, una institución que apostó a esos cambios y nuevas miradas sobre el camino a  la vejez es la Unnoba, a través de la Secretaría de Extensión, con su Programa de Educación y Promoción de la Salud de Adultos Mayores (Pepsam)”.
Raquel Castro, licenciada en Psicología, magister en Gestión de Servicios Gerontológicos, es la directora del Pepsam, acompañada por las profesionales del equipo licenciada en Psicología Alejandra Chumillo y la psicóloga Aldana Ostolaza. Un equipo que da fuerza al engranaje del programa que nació hace casi diez años, muy tímidamente y hoy es un referente en la ciudad para todos aquellos adultos que deseen continuar una educación a lo largo de su vida.
“Está abierto a todas las personas mayores de 55 años con deseos de aprender y no se necesita título previo para acceder al programa. Se basa en la educación permanente. Que las personas pueden aprender a lo largo de toda su vida. Previniendo y promoviendo su salud a través de encontrar nuevos caminos y nuevos proyectos produciendo, aprendiendo y creando”, destaca la Directora.
La vejez no es un estado fijo sino un proceso personal que cada individuo vive de modo diferente.
“El proceso de envejecimiento sorprende y es muy personal”, explica Castro, “cada sujeto lo vive de una manera diferente entonces la educación viene a acompañar esos cambios en el cuerpo, en sus funciones, y demás, apuntando a la prevención y promoción de la salud a través de la acción educativa, porque genera proyectos futuros”
Tiempo libre y mayor expectativa de vida
La pregunta surge inevitablemente ¿Qué hacemos con este tiempo libre tan esperado ahora en la etapa del retiro y con la expectativa de vida que se ha extendido? Es una pregunta que admite varias respuestas.
“Las personas de 60, activas, saludables, por mandato se corren del sistema productivo y perciben que se acaban sus opciones, que son aislados”, explica Castro. Y añade que “en la mayoría de los casos afecta mucho este aislamiento y pueden aparecer patologías como la depresión, alcoholismo y es entonces cuando la educación aparece como un recurso que les da una red social y vincular, donde hacen nuevos amigos, están en contacto con gente de otra generación, se comunican con sus hijos y nietos de otra manera”.
A partir del programa y su permanencia en el tiempo muchas instituciones y organismos han comenzado a hacer actividades para adultos mayores.
“Tenemos en el programa ofertas variadas divididas en áreas que se van insertando y responden a los objetivos generales del programa. Es un programa en pos de lograr objetivos”.
“Cuando comenzamos con este proyecto, muy silenciosamente, con muchos temores e incertidumbre, el ingeniero Luis Lima y el actual rector, doctor Guillermo Tamarit, nos apoyaron incansablemente. Y hoy es increíble, tenemos muchísima respuesta de la comunidad”, destaca la profesional. Y agrega: “Lo que significa para un sujeto poder venir a la Universidad es un resarcimiento, una autorrealización, cumplir asignaturas pendientes. Hace unos años era impensado”.
Pero el impacto no sólo se da en ese adulto que decide comenzar los talleres que ofrece el Pepsam –desde Historia hasta Turismo, pasando por Murga y Tai Chi- sino que hay un impacto en su familia, a través de cómo se comunica el adulto mayor con ésta.
“Es importante aclarar que no entretenemos”, advierte Castro. “Tomamos la vejez como otro momento de la vida que puede tener múltiples posibilidades para crecer, para tener proyectos”.
“Comenzamos con casi doscientos alumnos y hoy hay más de mil. Se ha sostenido en el tiempo y eso es un logro”.
El Pepsam realiza talleres, seminarios, charlas, conferencias, jornadas y los talleres son accesibles económicamente.
Según Castro, “fuimos a los barrios, a los clubes, hemos hecho actividades y el reciente proyecto de salir a la región, como la actividad que llevamos a cabo en Los Toldos con 80 inscriptos en el primer taller que realizamos el pasado viernes 17 de octubre, superó expectativas”. 

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