Los 60 años del Guinness, con récords para todos los gustos

Hace 60 años, seguramente que Hugh Beaver, dueño de una cervecería que justamente se llamaba Guinness, jamás habría imaginado que su idea de llevar registros de varias cosas para zanjar discusiones en los pubs iba a alcanzar la trascendencia que hoy muestra.
Es que en aquel entonces, y para resolver una disputa en un pub sobre cuál sería el ave de caza más veloz de Gran Bretaña, el hombre notó que no había una base de datos para zanjar ese tipo de diferencias, de modo que ideó publicar un libro anual que determinara todos los extremos en el mundo.
Desde entonces, el Libro Guinness de Récords Mundiales ha evolucionado hasta convertirse en una referencia obligatoria para consultar logros deportivos, mascotas sorprendentes, descubrimien-tos históricos o seres humanos increíbles. Y ahora, en su 60º aniversario, acaba de lanzarse la edición diamante, que repasa las seis décadas de un libro especializado en los récords más sorprendentes.

Récords y mas récords

Si bien es cierto que solo el 7,6 por ciento de todos los acontecimientos que aspiran ingresar al libro pueden ser registrados como récords oficiales, los hay miles, tantos como datos curiosos se registren en el planeta.
Entre ellos, por ejemplo, que en el mundo cada minuto hay 250 nacimientos y 105 defunciones; que el país menos pacífico es Afganistán, seguido por Somalia y Siria -según los datos del libro hasta 2013- y que registra como la guerra civil más larga de la historia a la de Myanmar, desde 1948.
A su vez, entre otras rarezas, el Guinness cita que desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, en 1945, se calcula que han muerto más de 25 millones de personas en guerras civiles, pero que como contrapartida hay países que son auténticos remansos, según el Índice de Paz Global, y que son Islandia, Dinamarca y Nueva Zelanda.
En el que tal vez sea el libro más famoso del mundo, hay datos estadísticos, divertidos y hasta olvidables. Pero también otros que marcan cómo evolucionó el mundo en estos últimos 60 años.
Y así como la esperanza media de vida en 1955 era según recuerda el “Guinness World Records” de 48 años, ahora es de 67,2, un considerable incremento que pone de relieve la mejora global.
Sin embargo, el mismo libro muestra que aún sigue habiendo puntos calientes en el planeta al margen de las guerras.
Así, por ejemplo, cita que el país con más asesinatos en términos absolutos es Brasil, aunque el récord “per cápita” lo ostenta Honduras.
Que en la India es donde más posibilidades hay de morir por picaduras de serpiente, y que la playa de New Smyrna -en Florida, Estados Unidos- es la que registra más ataques de tiburón.
En este mundo globalizado, el turismo ha ido en alza en los últimos 60 años, y son los chinos los que más han invertido en moverse por el planeta, seguidos por los alemanes y los estadounidenses.  Todo eso está en el Guinness.
También, que Francia es el país que más turistas recibe y que el Louvre, en París, es el museo con más visitantes, con casi 10 millones en 2012, aunque es Londres la ciudad más visitada y Asia Pacífico la región donde el turismo crece con más rapidez.

Nacionales

Claro que nuestro país también está presente en los Guinness. Por ejemplo a través de Martín Palermo, el goleador que ostenta el triste recuerdo de ser el jugador que más penales erró en un mismo partido. Nadie olvidará la tarde negra que tuvo cuando falló tres penales frente a Colombia por la Copa América de 1999. El primero pegó en el travesaño, el segundo lo tiró a las tribunas y el último se lo atajó Miguel Calero.
Pero más recientemente, está el gigantesco guiso de arroz que se hizo en la plaza Malvinas, en La Plata y que llegó a las 8 mil porciones, lo que logró recaudar 250 mil pesos para el Hospital de Niños Sor María Ludovica y, de paso, para entrar en el libro  Guinness.
Para eso se usaron 500 kilos de pollo, 500 de arroz, 300 de hortalizas, 150 litros de vino, 400 litros de agua y 25 kilos de condimentos. Y hasta el chef Alejandro Olivetto superó su propia marca de 2006 en Entre Ríos, cuando había hecho uno para 6 mil porciones.
Emilio Scotto figura como el hombre que protagonizó el viaje más largo del mundo en moto: 735.000 kilómetros, atravesando 214 países y territorios, entre el 17 de enero de 1985 hasta el 2 de abril de 1995.
Y ni hablar de Juan Manuel Fangio, quien aún es el campeón de Fórmula 1 más viejo, ya que ganó su último campeonato mundial en Mónaco, el 4 de agosto de 1957, cuando tenía 46 años y 41 días.