TRIBUNA DEL LECTOR

Comunicado de los ediles del FpV

Aunque consideramos que es cada vez más obvio qué proyecto de ciudad sostiene el intendente Mario Meoni, creemos necesario responder a cada uno de los puntos de un comunicado emitido por su partido con la clara intención de confundir.
Es cierto que nuestro bloque del Frente Para la Victoria reaccionó con toda su fuerza ante el intento meonista de imponer un impuesto a los combustibles disfrazado de tasa, ya que el mismo tenía como único objetivo hacer caja para sustentar sus actuales aspiraciones personales y compromisos políticos.
Aunque ellos digan que la recaudación iba a ser destinada a “obras”, tenemos derecho a desconfiar.
Nosotros nos preguntamos si estas obras ¿no se pueden hacer con el brutal tarifazo del 43%? (el más alto de toda la Provincia). Además de qué trama urbana hablan si cada vez que pasa un metro de asfalto o cordón cuneta el frentista lo paga de dos a tres veces.
No es la teoría conspirativa la que nos vuelve suspicaces sino la propia experiencia, pues todavía estamos esperando que nos digan, por ejemplo, qué “obras” hicieron con lo recaudado en concepto de derecho de espectáculos por aquellos mega recitales en el autódromo.
Todavía tienen que explicar para qué le pagamos tres millones de pesos al año a Girssa (empresa que en convenio con la Municipalidad se ocupa del tratamiento de la basura, “relleno sanitario”) a cambio de nada.
Dónde van los cientos de miles de pesos que recaudan con el estacionamiento medido.
Estamos a favor de la obra pública en nuestra ciudad, tanto que hemos acompañado el empréstito con la Provincia hace menos de un año para que se hicieran obran para los vecinos que aún no acceden. Pero también y ante todo, defendemos los intereses del pueblo de Junín, por este mismo motivo solicitamos en octubre de 2013 que se derogara una tasa que se cobraba por repavimentación dos veces.
Y ahora el Intendente propone un impuesto cuyas condiciones de ilegalidad no pueden ser pasadas por alto para quienes nos hemos comprometido a defender la economía de nuestros vecinos. El estimado por el impuesto al combustible figura en el presupuesto 2014 de Junín por $ 9.400.000 sin afectación específica, es decir que sería parte de los recursos que recauda el municipio de libre disponibilidad.
Que el meonismo haya elegido recortar el gasto en obra pública ante la imposibilidad de cobrar un impuesto ilegal, es pura y exclusivamente una decisión política de este intendente. Porque podría haber recortado otros gastos que hemos señalado como secundarios frente a los esfuerzos que el Estado debe priorizar.
Pero aunque esa es nuestra opinión, no fue lo que nos instó a actuar como lo hicimos. Somos muy respetuosos de la voluntad popular y reconocemos que la misma le ha dado al oficialismo local un nuevo respaldo recientemente. Así que no recurrimos a la Justicia porque opinamos diferente, sino porque es evidente que la medida es inconstitucional y nadie puede atropellar a la ley por mayorías que tenga. El meonismo pretende disfrazar su engendro con la retórica de la justicia social (¡justo ellos!), pero lo cierto es que son muchísimo más fuerte los perjuicios que ocasionaría que los dudosos beneficios. Además, genera un efecto simbólico perverso al pretender que quienes vienen desde otras ciudades tributen aquí por el uso de la calle. El proceso de conformación nacional durante las décadas posteriores a la Revolución de Mayo enfrentó entre sus principales obstáculos la necesidad de abolir las aduanas interiores, esos derechos de tránsito que cada provincia se creía con derecho a recaudar. Creemos haber recorrido un largo camino desde entonces como para aceptar que intenten volver a feudalizar nuestro territorio.
Hoy el impuesto a los combustibles en Junín no se está cobrando, y esto se debe en buena medida a la eficacia de nuestra política. Así que referirse a nuestras acciones como “puesta en escena” resulta curioso. Ojalá las puestas en escena del meonismo tuvieran efectos similares, pues tal vez así tendríamos el puente bajo nivel en Rivadavia, una baja en la tasa de delitos, construcción de viviendas accesibles, etc. Nosotros no ponemos en escena, ¡Hacemos!
Por supuesto que reconocemos el aumento en los combustibles, pero también que con YPF estatal no hemos vuelto a sufrir desabastecimiento. Y que nuestros precios son los más bajos de todo el continente (excepto Venezuela).
Por supuesto que hay aumento de precios en productos básicos. Pero también es cierto que son resultado de la puja distributiva y que nuestro gobierno nacional no es neutral ni pro corporaciones como han sido los anteriores: nunca, desde 2003, los aumentos de salarios fueron por detrás de los aumentos de precios.


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