ATRACOS EN LA NUEVA Y EN JOYERÍA CASTELLAR

¿Cómo se perpetró el gran robo a los dos comercios situados en pleno centro?

La principal hipótesis a la que arribaron los investigadores es que, en ambos casos, actuó una banda de delincuentes que no estarían radicados en nuestra ciudad, pero que contarían con datos concretos aportados por cómplices juninenses.

Los robos en la mueblería “La Nueva” y en la joyería “Castellar” habrían sido efectuados por ladrones no radicados en Junín, pero con una fuerte conexión local que les permitió dar el golpe en ambos comercios facilitándoles datos concretos.
Esa es la principal hipótesis a la que arribaron por el momento los investigadores anoche, pasadas las primeras 36 horas de una investigación que no arrojó detenidos.
Luego del cimbronazo que provocaron los dos atracos descubiertos a primera hora del jueves, el fiscal Sergio Terrón recibió ayer los primeros resultados de las pericias efectuadas por la Policía Científica, de las cuales se deduce que los delincuentes obraron con precisión quirúrgica para desactivar el sistema de alarmas contratados por los responsables de las firmas saqueadas.      
Pero lo que más sorprendió a los investigadores fue la información puntual que demostraron tener los malvivientes para burlar el dispositivo de seguridad. ¿Por qué? Porque si bien la cobertura de los negocios en cuestión estaba a cargo de la misma empresa, en “La Nueva” la alarma estaba conectada al teléfono, mientras que en “Castellar” el servicio es de carácter inalámbrico, y los individuos cortaron el cable telefónico en la mueblería ubicada en Remedios Escalada San Martín 177 y bloquearon la señal en la joyería situada en Roque Sáenz Peña 115.
“Actuaron con una logística muy eficiente, propia de profesionales”, le dijo a Democracia un encumbrado funcionario judicial que también se incorporó a la pesquisa.
Según explicó otra fuente que integra el equipo de trabajo de Terrón, antes de entrar a la mueblería, los ladrones se aseguraron de que la línea telefónica quedara sin funcionamiento para que la alarma no sonara.
Mientras tanto, en la joyería cortaron el cable de un sensor y eso les permitió obrar con total comodidad. De todos modos, lo que se está tratando de establecer en este último caso es si en el momento en que esa acción fue concretada el dispositivo estaba funcionando o no.
“Lo cierto es que en la central de monitoreo, la alarma nunca sonó”, comentó uno de los peritos afectados al análisis técnico de los equipos vulnerados.  

Una filmación de los ladrones en acción

Por otro lado, los delincuentes que robaron en “La Nueva” desconectaron las cámaras de seguridad instaladas en el interior del negocio, pero se dieron cuenta tarde de que una de ellas había quedado en funcionamiento y la sacaron de circulación cuando ya los habrían filmado por alrededor de tres minutos.
Según trascendió, las imágenes fueron registradas a las 2.32 del 2 de enero y mostrarían a dos sujetos encapuchados recorriendo las instalaciones del comercio, pero no revelan claramente las características particulares de los individuos.

Más de 10 interrogatorios

Lo que inquieta al fiscal Terrón es la certeza que evidenciaron los delincuentes para sortear el obstáculo de la alarma y, en el caso puntual de la joyería, violar la caja fuerte.
Según pudo saber este diario, para Terrón los autores materiales de un delito participaron en el otro y no están radicados en Junín, aunque su labor habría sido facilitada por uno o más entregadores locales.
Entre el jueves y ayer, más de diez personas fueron sometidas a un interrogatorio con el fin de sumar elementos que lleven al esclarecimiento de  lo que se presume fue un raid delictivo. Los indagados fueron los dueños de los dos negocios, los empleados y personal de la empresa de alarmas, entre otros.
“Es una causa muy compleja”, reconoció un allegado al expediente, y se mostró escéptico al ser consultado sobre novedades reveladoras en las próximas horas.

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