MEDIO AMBIENTE

Luz de alerta por contínuas señales preocupantes del cambio climático

Expertos aseguran que se está elevando cada vez más el riesgo de fenómenos extremos en el clima del mundo.

Las últimas postales de un norte congelado con temperaturas bajo cero y un sur que se derrite por la fuerza del calor, no hacen más que poner en evidencia el peligroso abismo que cada vez se estira más entre olas de calor y vórtices polares, y que indica concretamente que lo del cambio climático no solo es un tema que preocupa a los ambientalistas sino un fenómeno que, se asegura, incide de manera directa en la vida cotidiana.
En los últimos días, el biólogo estadounidense Christopher Field, galardonado la semana pasada con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, advirtió sobre la lentitud con la que se toman las decisiones políticas para frenar el cambio climático, que “está aumentando el riesgo de fenómenos extremos” como las olas de calor.
El científico, que copreside además desde hace cinco años el Grupo II del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ha logrado por primera vez calcular el efecto de la deforestación y la agricultura sobre el clima global y ha predicho el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas. A juicio del catedrático, actualmente hay mucha información científica sólida que indica la necesidad de adoptar decisiones, pero éstas se están tomando muy lentamente.
“Hay un entorno político y un ruido de fondo que impide el avance y que han retrasado las decisiones, con lo que después será mucho más caro”, apuntó Field, que la revista “Nature” incluyó entre los cinco personajes a los que debe prestarse atención en 2014.
Al margen de las palabras del prestigioso científico norteamericano, la mayoría de los especialistas coincide en que los fenómenos climáticos extremos, como las recientes olas de calor en Argentina y las de frío en EE UU, vuelven a estar en el centro de la escena porque se registran de manera cada vez más frecuente.
“No se le puede atribuir un evento en particular al cambio climático pero sí la mayor frecuencia de ciertos fenómenos como olas de calor, temperaturas extremas, precipitaciones intensas en zonas húmedas (este, noreste y centro del país) y sequía en los lugares secos”, apunta la meteoróloga Matilde Rusticucci, directora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y coordinadora de autores de los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
De acuerdo a las proyecciones que realizan los expertos según los modelos matemáticos y las observaciones del clima, una ola de calor extrema que se daba una vez cada 20 años, por ejemplo, a mediados de este siglo puede repetirse cada cinco o reiterarse todos los años hacia finales de siglo.
Tras declinar avanzar contenidos del informe del IPCC por su carácter confidencial (se publica en abril próximo), el biólogo Field añadió que el cambio climático está modificando los perfiles de riesgo de fenómenos como las olas de calor y las sequías.
Sin embargo, la actual ola de frío que afecta a Estados Unidos o el último tifón destructor de Filipinas “no sabemos si se deben al cambio climático”, porque los científicos, dijo, aún no lo han evaluado.
Sobre esto, y si bien Rusticucci no observa una relación directa entre esta ola polar y el cambio climático, ante los argumentos escépticos asegura que “un día con 0º no significa que el cambio climático no existe, ni que tengamos 38º alguna vez implica su presencia. El clima cambió, no es el de 50 años atrás y no va a ser el mismo en 50 años”. Entre estos cambios, los estudios comprobaron que en el país el verano se extendió hacia las estaciones intermedias y que en invierno las temperaturas han aumentado. “Eso no implica que en los meses de junio, julio y agosto no tengamos días muy fríos pero cada vez son menos”, aclaró la experta. 

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