TRIBUNA DEL LECTOR

Pobres, tren, fiestas…

Son tres palabras que tuvieron plena vigencia en las pasadas fiestas de fin de año. Miles de personas pobres, en el trayecto Junín-Buenos Aires, necesitaron de este medio de transporte ya que era la única opción para poder viajar debido a no tener otros medios para poder realizarlo, con costos inasumibles a pesar de los subsidios que paga el estado, es decir, nosotros.
El tren, que es el medio que podría haberle dado la posibilidad a estas personas. Por falta de una máquina, le niegan el derecho que tiene todo habitante de nuestro país de reunirse con su familia y amigos.
La Multisectorial Junín desde hace años viene denunciando sistemáticamente este daño moral y económico al que son sometidos los más vulnerables, que son las personas con bajos recursos.
Todo esto sigue sucediendo a pesar de reuniones a nivel local, provincial, y nacional, más de 20.000 firmas entregadas a distintas comisiones de la Cámara de Diputados por esta problemática, y a no ser que la sociedad tome conciencia de la gravedad de lo que nos ocurre y se movilice para poner límite a esta situación, este año que recién se inicia estaremos igual o peor.
Esta situación no va a tener la misma cobertura periodística de lo sucedido en Once o Castelar, no van a estar los Jaime, Schiavi, Cirigliano y Pedraza tratando de explicar lo absurdo que es que después de 12 años, aún no exista una política ferroviaria que sea capaz de reactivar los más de 800 pueblos fantasmas del país. Por el contrario, dirán que esto ocurre porque los maquinistas aliados con los opositores boicotean a un Gobierno Nacional y Popular en defensa de los más necesitados.
Nosotros no somos oposición por oposición, exigimos el derecho de cada hombre y mujer de nuestra Argentina de poder contar con un transporte digno.
Junín tiene diputados nacionales y provinciales que como representantes del pueblo tienen la obligación de interceder por esta problemática grave que afecta a la ciudad y zona de influencia.


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