Moisés Lebensohn: el máximo ideólogo y renovador de la Unión Cívica Radical

Con motivo de conmemorar y resaltar la figura de Moisés Lebensohn, a 60 años de su fallecimiento, las autoridades de la Unnoba inauguraron ayer una muestra fotográfica, titulada con una de sus frases de cabecera: “Hay mucho por hacer en la República, hay que luchar, luchar, luchar…”.
El acto inaugural, realizado en el Aula Magna de la Universidad, estuvo presidido por el realizador del documental “Moisés Lebensohn, la renovación permanente”, Leandro Querido; el autor del libro “Lebensohn, el hombre que pudo cambiar la historia”, José Bielicki; y el director del diario Democracia, Héctor Moisés Lebensohn.
Entre el público estuvieron, además, el rector de la casa de altos estudios, Guillermo Tamarit; referentes del Partido Radical, de la Juventud Radical, de la Universidad y de diferentes partidos políticos de la ciudad; y familiares del líder radical fallecido en 1.953.
La apertura del acto estuvo a cargo de Tamarit, quien definió a Lebensohn como “el hombre que mejor pudo interpretar el tiempo que atravesaba”, en momentos de grandes transformaciones de la Argentina.
El rector de la Unnoba destacó los valores y principios sostenidos por Lebensohn y afirmó: “No se dejó doblegar por esta aparente fractura que hay entre la democracia, la república y los derechos sociales”, luchando por optimizar los tres aspectos a la vez.

Historia documentada

A su turno, Querido resaltó el aporte del radical para las generaciones subsiguientes y aseguró que, para Lebensohn, la juventud representaba principal “sujeto de cambio democrático”.
En este orden, mencionó la insistencia del abogado para sumar jóvenes a la política, con el fin de lograr un mayor compromiso con los valores republicanos y democráticos.
Por otro lado, el realizador se lamentó por los escasos reconocimientos para con quien fue uno de los máximos ideólogos y renovadores de la Unión Cívica Radical.
En la misma línea, Bielicki recordó a Lebensohn como una “figura excepcional”, y sostuvo que fue, al mismo tiempo, “el ideólogo más importante” y una de las figuras más “olvidadas” del radicalismo.
“Moisés fue un gran intelectual. Tuvo conciencia de que la situación de la U.C.R era crítica y entendió que la renovación se basaba en los jóvenes”, dijo.
“Echando una mirada a los proyectos que presentó mientras fue concejal, nos encontramos un pensamiento adelantado, que hubiera significado una respuesta a un pueblo que estaba desanimado por el fraude. Por eso creo que pudo hacer historia”, agregó.
Para finalizar, el autor opinó que Moisés Lebensohn fue la figura que reivindicó y actualizó los pensamientos de Hipólito Yrigoyen y Leandro N. Alem, defendiendo la república, la democracia y las concepciones progresistas.

La vigencia de su pensamiento

Al tomar la palabra, el director de DEMOCRACIA e hijo del ideólogo radical, Héctor Lebensohn, señaló: “Desde lo ético puedo hablar de Moisés, por cuanto no he utilizado su nombre en beneficio personal, ni he sido su intérprete en cada una de las distintas coyunturas políticas, económicas y sociales que ha atravesado el país y que hemos vivido los aquí presentes”.
Respecto de la vida de su padre, afirmó que, pese a haber fallecido a muy temprana edad, tenía una gran vocación por realizar la tierra prometida, objetivo que le insumía todo el día y que de alguna manera le impidió reflejar sus ideas y acciones en libros de su propia autoría.
En este sentido, enumeró sus únicas tres obras literarias, tituladas “Acción municipal”, “Los problemas del radicalismo” y el prólogo al libro sobre Yrigoyen, “Pueblo y gobierno”, de la editorial Raigal.
Asimismo, destacó las obras dedicadas a su padre, tales como “Lebensohn. Pensamiento y Acción”, con prólogo de Julio Oyhanarte; “La significación de Lebensohn en el radicalismo”, de Alejandro Gómez; y los artículos escritos por Osvaldo Álvarez Guerrero, entre otros.

Por qué se lo recuerda

“¿Qué motiva que a  seis décadas de la muerte de un político se lo recuerde con un video y con libro sobre su actuación?, se preguntó Héctor Lebensohn.
Y entre las respuestas, resaltó las siguientes.
Moisés Lebensohn escribió a los 15 años, en un diario de campaña “Su voz se hará sentir con toda vehemencia cuando sea necesario en salvaguardia de los derechos e intereses del pueblo”.
“En el año 31 fundó el diario DEMOCRACIA, para erigirlo en una tribuna por la causa de la libertad y de la justicia.
Comenzaba una de las décadas más difíciles de la historia del país, la ciudadanía estaba agobiada por una profunda crisis política, económica y social.
Lebensohn comprendió las dificultades y con una clara visión de las necesidades futuras de la Argentina dedicó su vida al quehacer político.
Predicó en todos los frentes. Debió traer savia nueva y vientos vigorosos para reverdecer el follaje radical. Y desde su radicalismo renovado y renovante arrojó sin descanso flechas anhelantes al futuro, con fe y tenacidad.
Su puño se alzó contra las injusticias, su voz suave y vigorosa y su corazón libre se volcaron para proclamar la rebeldía de un país sojuzgado.
Y sabía, sin embargo, que el tiempo de sus realizaciones estaría más adelante. Tenía un pie asentado en las arenas de las luchas presentes y otro esperando los horizontes de su fe prometeica.
Lebensohn  deambuló por todos los senderos del pensamiento con vocación gohetiana por lo universal y permanente. En las noches de bohemia intelectual, en la charla con los amigos, en el recreo de sus cárceles, en el descanso de las asambleas, deslumbró a pesar de su humildad por la brillantez y variedad de su cultura.
Heredó de su padre, médico inmigrante, su formación clásica y humanista. Y desde la solidez de una cultura hondamente asimilada y vivida, su apetencia insaciable y su curiosidad sin límites, abarcaron todas las etapas y todas las disciplinas de la creación universal.
Por eso, con derecho podía definir la raíz de los planteos, exaltar la autenticidad poética de Homero, explicar las concepciones de Machiavello, Rousseau y Napoleón o la jerarquía laica de Renán.
Y a la información política, abrumadora por la contemporaneidad de su existencia, o al recuerdo literario, nutridísimo y selecto, podía añadir su opinión polémica sobre las distintas escuelas económicas o las encontradas corrientes del arte moderno con la profundidad y la amplitud de un especialista. Y aún más, por su cultura universal y universalista.
Esa formación clásica hace que su pensamiento tenga actualidad”, enfatizó Héctor Lebensohn.