LOS EFECTOS DE UN EVENTUAL DILUVIO EN LA CIUDAD

Admiten que Junín no está preparada para soportar un aluvión como el de La Plata

El secretario de Obras Públicas, Agustín Pinedo, dice que no hay obras que puedan impedir una catástrofe como la que provocó más de cuarenta muertos en la capital provincial. Expertos en defensa civil también advirtieron que habría consecuencias trágicas.

El caos y la tragedia que desde ayer vive la ciudad de La Plata podrían llegar a reproducirse en Junín, con idénticas consecuencias, en el hipotético caso de que el aluvión que azotó a la capital bonaerense se abatiera sobre esta ciudad.
Si el drama que le tocó vivir a cientos de familias juninenses entre domingo y lunes, tras la caída de casi 180 milímetros en 24 horas, encendió una luz de alerta sobre la escasa confiabilidad que amenaza a varios sectores frente a un fenómeno pluvial extraordinario, la caída de 300 milímetros en territorio platense y sus estrepitosas consecuencias le sumaron miedo e incertidumbre a los sectores más vulnerables de la ciudad y a los que no lo son tanto.    
En simultáneo, el mensaje de las autoridades no presenta un panorama esperanzador.
“No hay ciudad en todo el globo terráqueo que la pueda resistir. Esto es una catástrofe natural, es como querer atajar un ciclón”, dijo el secretario de Obras y Servicios Públicos del gobierno local, Agustín Pinedo.
El funcionario afirmó que los cálculos hidráulicos se hacen pensando en una eventual lluvia de cincuenta milímetros por hora. “Si llueven de golpe trescientos milímetros en cuatro horas, es imposible. No conozco mecanismo para evitar una catástrofe de esa naturaleza”, agregó.
En ese sentido, sostuvo que ni la obra a la que siempre hace referencia cuando se le consulta por las inundaciones en la zona periférica lograría morigerar el impacto de un diluvio. “En ese barrio, que tiene calle de tierra, con la canalización que hicimos a cielo abierto sobre avenida Alvear y que funcionó muy bien, hubo una inundación sin embargo”, indicó Pinedo, al tiempo que advirtió que la ejecución de los trabajos que deben ser financiados por dinero provincial “funcionan siempre que lluevan cincuenta milímetros por hora”. “Esto es como la medicina, resuelve algunas cosas pero hay otras que no puede solucionar”, opinó el titular de la cartera de infraestructura.

Las inundaciones en Junín

Pinedo habló sobre los efectos del temporal que visitó Junín el último fin de semana y sostuvo que comparado con lo ocurrido en La Plata, los problemas que hubo en numerosas viviendas locales (donde se formaron lagunas de hasta medio metro de altura) son “menores”.
“Según tengo entendido, los únicos lugares que se han inundado son muy bajos, como las que están contra la Circunvalación y la Ruta Nacional 188, en un asentamiento que está más bajo que la zona de préstamo, y algún otro barrio que esté a la misma altura. Eso para mí no tiene solución, porque no se ha tomado la precaución de construir a mayor altura, o sea que previamente no se rellenó el terreno. Lo que pasa en la plaza de barrio Belgrano, por ejemplo, también es muy difícil de resolver”, comentó el secretario municipal.
De todas formas, reconoció que desde la comuna “siempre se pueden hacer algunas mejoras”.  Lo que pasa es que son complejas, porque hay una pendiente, una capacidad de absorción que está determinada por los niveles, ya que el agua tiene que tener un escurrimiento, entonces la cañería tiene que estar por encima del nivel del río y una serie de condicionantes propia de la topografía que hacen que el remedio llegue hasta un punto. Hay obras como en el barrio Capilla de Loreto que sería muy importante hacerlas porque sino nunca vamos a poder pavimentar. Para ejecutar los desagües pluviales en ese sector dependemos de una financiación de la provincia, porque para encararla el Municipio se necesitan diez años y sin hacer otra cosa”, señaló.

“Junín podría colapsar”

Otro de los que aportó su visión sobre la repercusión que generaría un torrente como el que inundó a La Plata fue Eduardo Naya, ex responsable del área de Defensa Civil.
Naya, ya retirado pero con varias décadas de servicio como bombero y asistidor en catástrofes, no dudó en asegurar que todo Junín quedaría sepultado bajo el agua si aconteciera un hecho similar al que sufren los platenses.
“Esta ciudad tiene la ventaja de que tiene un arroyo muy cerca (por el Río Salado) y que ahora tira como debe. Cuando no lo hacía bien, porque no estaba dragado, el tema era mucho más problemático que ahora. No obstante, no hace mucho llegó a un nivel muy alto, con lo cual semejante lluvia podía haber provocado un colapso”, expresó.
Para advertir con más fundamentos, Naya puso dos ejemplos: “Pergamino se inundó en una hora y media y es una ciudad que tiene un arroyo al lado, pero no alcanzó. El torrente enorme no da abasto y no permite el drenaje natural de cualquier ciudad más las nuestras que tienen un río al lado. Olavarría, en la década del setenta, es otro caso de una ciudad que fue arrasada por la inundación y tiene un río en el medio de la ciudad. Y en ese momento no tenía la densidad poblacional de hoy. Creo que le podría pasar lo mismo a Junín. Imposible que los desagües pluviales resistan a este tipo de tormentas, que son prácticamente tropicales”.

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