None
RECORRIENDO LOS BARRIOS

En Nuestra Señora de Fátima reclaman la remodelación de la plaza Eusebio Marcilla

Aseguran que es un foco de inseguridad en donde “se junta gente de mal vivir, hay alcohol y drogas”. Hace años que pidieron el arreglo del lugar, las obras fueron adjudicadas a una empresa y aunque les prometieron comenzar a trabajar en marzo, aún no arrancaron. Además, solicitan medidas por el tránsito, el alumbrado público y el arreglo de calles.

El barrio Nuestra Señora de Fátima se encuentra delimitado por la calle Garibaldi, la avenida Arias, la calle Levalle y la colectora de la avenida de Circunvalación.
En sus 32 manzanas, actualmente viven algo menos de 3.000 habitantes y allí se pueden encontrar varias instituciones, como el Colegio Marianista, la Escuela N° 22, la Diferenciada N° 501, el Jardín de Infantes 907, el Club Junín, el Club Alumni y, por supuesto, la Iglesia Nuestra Señora de Fátima.
En el último tiempo este sector adquirió un gran crecimiento, gracias a su tranquilidad, cercanía con el centro comercial y el hecho de que cuente con casi la totalidad de los servicios básicos.
No obstante, algunos puntos todavía están pendientes de solución. Y si bien se está avanzando, son necesarias algunas obras de infraestructura como para mitigar los problemas de inseguridad y mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Infraestructura


Como quedó dicho, Nuestra Señora de Fátima tiene, prácticamente, todas las prestaciones básicas.
El agua corriente y las cloacas están cubiertas en su totalidad, mientras que el gas natural sólo está ausente en dos cuadras, que serán incorporadas cuando se habilite la tercera planta de rebaje.
En cuanto al asfalto, desde hacía un largo tiempo se estaban solicitando trabajos al respecto, algo que comenzó a solucionarse en las últimas  semanas, como cuenta el presidente de la sociedad de fomento, Sergio Pardini: “Se empezó con una obra de corrección del pavimento. Ya se hizo un plan de bacheo en parte del barrio, y ahora nos quedaría acomodar la colectora Discépolo, entre Garibaldi y Levalle, porque es un desastre cómo está. Ahí hay que hacer un mejoramiento de la calle, cordón cuneta e iluminación”.
En tanto, uno de los asuntos que requieren atención por parte de las autoridades, es el que tiene que ver con el alumbrado público.
“Creo que uno de los temas fundamentales -dice Pardini-, y que me parece que la Municipalidad está tomando cartas en el asunto, es el de la poda. Este es un barrio con muchos árboles, muy altos y con mucho follaje, lo que hace que disminuya mucho la iluminación”.

La Plaza y la inseguridad

El titular de la entidad barrial asegura que el año 2013 “es un año lleno de expectativas” porque hay una obra muy importante que podría comenzar a concretarse: la remodelación de la Plaza Eusebio Marcilla.
“Es algo que esta comisión viene reclamando desde hace seis años, cuando asumió; ya se hizo la licitación, la obra le fue adjudicada a una empresa y sólo falta que empiecen a trabajar”, comenta Pardini.
En la plaza hay que ordenar las plantas, hacer los caminos nuevos, hacer mantenimiento en las veredas “porque los días de lluvia no se puede caminar por ahí” y, sobre todo, mejorar el alumbrado.
“Lo más grave de todo esto -explica el fomentista- es que se ha convertido en un tema de inseguridad, porque por la noche generalmente se junta gente de mal vivir, hay alcohol, drogas y un montón de cosas que le venimos reclamando al gobierno local, que se tomen medidas cuanto antes. Por eso creemos que es imperioso que se ilumine como corresponde y, después sí, trabajar en conjunto con las entidades del barrio para ver si se puede colocar alguna cámara de seguridad en ese sector”.
A los representantes de la entidad barrial les habían dicho que los trabajos comenzarían en marzo, pero aún no arrancaron. Pardini agrega que “lo que sí se hizo hace unos días, fue una poda importante, que era muy necesaria porque, al día de hoy, cuatro velas iluminan más que las luces de la plaza. Los vecinos del lugar están todas las noches pensando qué les puede pasar, les cascotean las casas, y ocasionan todo tipo de inconvenientes”.
Es que la inseguridad es, efectivamente, uno de los reclamos más recurrentes entre los lugareños.
Pardini recuerda que en la zona de la Iglesia de Fátima “había problemas de inseguridad”, pero gracias al trabajo conjunto con el párroco, Claudio Mosca, se sacaron algunas plantas, se iluminó mejor, se remodeló, se pintó, “y volvió a ser nuestra capilla, como lo era algunos años atrás”.
Pero hay otros inconvenientes, más allá de los de la Plaza Marcilla: “Estamos como en todos los barrios de Junín, los arrebatos se producen a diario, hubo robos a comercios, son las generales de la ley, que está pasando en toda la ciudad”.

Otros temas

En materia de tránsito, las acciones llevadas a cabo lograron mejorar la situación.
Después de varios años de reclamos, los vecinos se muestran conformes con la colocación de semáforos sobre la avenida Arias, porque organizó el paso vehicular.
Para los fomentistas, sería importante que haya un mayor ordenamiento vehicular en los establecimientos educativos del barrio: “En los colegios, todo el mundo quiere dejar a su hijo en la puerta, paran en doble fila y se forman grandes embotellamientos”.
Además, las picadas de motos en la Avenida de Circunvalación siguen siendo recurrentes y generan peligro y una gran molestia a los residentes de la zona. “Parece que tuviéramos una pista de carreras -grafica Pardini- y los que vivimos por allá lo padecemos, es terrible, no se puede dormir”.
En tanto, los anegamientos en diferentes sectores también generan molestias: “En la última tormenta tuvimos inconvenientes en la zona de Arias y Garibaldi, y la gente que vive cerca de la Avenida de Circunvalación también tuvo problemas. Yo creo que ese es un tema complejo en todo Junín, tal vez se necesite una obra de infraestructura grande, para que el agua drene más rápido”.

Sociedad de fomento

Sergio Pardini está por cumplir siete años al frente de la sociedad de fomento y le gustaría que fuese el último. “Nosotros necesitaríamos que se sume más gente -dice- que haya una renovación, que venga gente joven, con ideas nuevas y que se comprometa con el barrio”.
La estructura actual se mantiene con la cuota que pagan los socios y con el alquiler del salón para distintos tipos de eventos.
Además, periódicamente se hace una lotería familiar y se brindan diferentes cursos y talleres: computación, inglés, salsa, tai chi, yoga, pilates, entre otros. 

COMENTARIOS
En sus palabras