El gobierno local de Mario Meoni lanzó sobre el pueblo de Junín un “manotazo a los bolsillos”, con aumentos de tasas de más del 40% y 0,12 centavos por litro de combustible cargado en las estaciones de servicio, que irá a parar a la bolsa negra de Cuentas Generales.
“Siempre surgen trabas cuando se quiere avanzar. Junín es la ciudad que más ha avanzado, pero siempre hay voces en contra a que tengamos una recaudación acorde a las aspiraciones de los juninenses sobre su ciudad”, dice sin que se le caiga la cara Agustín Pinedo.
Desde Provincia, el gobierno de Scioli pretende descargar sobre los contribuyentes un 18% para seguridad, por lo que en Junín serán dos los impuestos que se pagarán para esa área.
Durante la campaña electoral el meonismo utilizó una enorme cantidad de dinero del municipio para su propaganda electoral, inundando las calles con carteles de gran tamaño y sonrisas que incluían beneficios aparentes para los juninenses.
Pero apenas sabidos los resultados que dieron ganador al gobierno aliado al massismo tomaron por asalto a los contribuyentes. Este método, utilizado por todos los gobiernos, desde el nacional hasta los municipios, demuestra constantemente el abuso y el engaño al que somos sometidos: los votos obtenidos se convierten en votos castigo contra los votantes y los que no los votamos también.
Las necesidades del pueblo trabajador de nuestra ciudad y los poblados que dependen del Municipio no han sido satisfechas, ni lo serán con este plan de saqueo orquestado por el Ejecutivo, por la mayoría del Concejo que pertenece al oficialismo y la oposición que avala los tarifazos del kirchnerismo en Nación y de Scioli en provincia.
El planteo de Seguridad tiene el concepto derechista del Gobierno nacional y provincial y del candidato más votado, Massa: los pobres y los jóvenes son los responsables de la inseguridad.
La liviandad de esta postura no es inocente, todos saben que si se ocuparan del problema con seriedad, tendrían que cargar contra ellos mismos y el sistema que los contiene. La propuesta de más policía en las calles, cámaras para vigilar los movimientos son aspirinas para una enfermedad sistémica que sólo un pueblo organizado puede revertir.
Los gobernantes toman los votos a su favor para desplumar a sus pobladores. Recordemos que el Gobierno nacional, después del 54% de 2011, viene cayendo en picada bajo sus propios desastres políticos contra los argentinos. Meoni, con apetencias políticas insaciables, apunta su política capitalista sobre todos nosotros.
La mayoría del pueblo de Junín, aún los que lo han votado creyendo en su verborragia, no comen vidrio.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda y las grandes elecciones obtenidas por nuestros partidos a niveles municipal, provincial y nacional, participaremos activamente con la organización del pueblo trabajador que sufre día a día una inflación descomunal, que obliga a medir hasta el pan que se consume en los hogares.
El límite a los responsables de todos los problemas que aquejan a los argentinos sólo será posible tomando los problemas con organización ante los atropellos de los gobernantes y su burguesía que los sostiene.
Proponemos: abajo el “impuestazo” de Meoni; plan de viviendas populares, empadronando terrenos ociosos y fiscales para asentar las viviendas; urbanización integral de los barrios con la provisión de todos los servicios, financiado con un Fondo para la Vivienda Popular, integrado por contribuciones especiales de la especulación inmobiliaria y aportes de Nación y Provincia.
En Salud, triplicación del presupuesto; nombramientos e insumos para salas barriales; recuperación del Hospital público y gratuito que está en ruinas, con empleados tercerizados y bajo el látigo de la dictadura del Ejecutivo nacional; aumento de salarios al costo de la Canasta, hoy en $ 9.000, pase a planta permanente de los trabajadores en negro, contratación de más profesionales y la recuperación edilicia del nosocomio.
Transporte Público: municipal y financiado con tasas especiales y progresivas a los sojeros, los grandes propietarios de la tierra y los grandes capitales asentados en el distrito.
OPINIÓN
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