None

Todo pasa nada cambia

Sin Mauro Martín, la barra de Boca se paseó en Avellaneda al mando de Maxi Mazzaro, el Nº 2, y mostró que sus contactos superan al derecho de admisión.

La disputa que se profundizó contra los barras, al llegar Javier Cantero a la presidencia de Independiente, tuvo su capítulo más importante en esta semana. Sin embargo, no parece haber terminado, ni mucho menos. Maximiliano Mazzaro, número dos de la barra oficial de Boca, se mostró, como si nada hubiera pasado, junto a su grupo, en el centro de la popular visitante del estadio de Independiente, ya que el derecho de admisión casualmente a ellos no les tocó. Alrededor de 150 personas se ubicaron y colgaron una bandera con la leyenda: "La barra de Mauro". 

El martes por la mañana, Cantero decidió aplicar el derecho de admisión para más de 20 barras xeneizes, antes del partido de ayer en Avellaneda, por la Copa Sudamericana. Esto, sumado a las palabras de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que le pidió a los clubes que entreguen las listas de los que no deben ingresar a los estadios, jugaron fuerte en el accionar de Daniel Angelici. El presidente de Boca, en la noche de ese mismo día, comunicó a través de su jefe de Seguridad Deportiva, el fiscal Carlos Stornelli, la entrega de una lista de 67 nombres para aplicarles el derecho de admisión. Pero, como bien narró el periodista Gustavo Grabia en su nota de ayer en Olé, la maniobra parece ser un cambio de figuritas dentro de La 12 y una manera de limpiar a toda la barra no oficial, que era comandada por Rafael Di Zeo.

Esto se desprende de leer la nómina de personas con derecho de admisión, donde como ya se mencionó, no aparece Mazzaro, número dos del jefe herido el fin de semana en Santa Fe, Mauro Martín. Este último, junto a los otros que están internados tras el enfrentamiento del sábado pasado, sí cuenta con la privación de ir a los estadios. Claro que difícilmente puedan concurrir, o intentar ir, a ver fútbol, ya que tendrán una larga recuperación tras la balacera. El resto de la nómina pertenece a los que seguían a Di Zeo y a Richard William, el Uruguayo.

Como si se estuviese disfrutando de la situación, Mazzaro le regaló una sonrisa a las cámaras de televisión, en el momento que esperaba pasar un vallado cerca de los ingresos. La mano derecha de Mauro organizó la entrada sin problemas y, con su ticket en la mano, ingresó al estadio junto a sus laderos.

Mazzaro tiene 33 años, es de la localidad bonaerense de San Justo, y se lo indica como uno de los cerebros de la barra oficial, con muchos contactos a nivel político. Él mismo sería el hombre que negoció con el kirchnerismo poner la bandera "Clarín, queremos fútbol gratis por tevé", en el clásico ante River del 20 de abril del 2009, en plena disputa con el Grupo por el proyecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Pocos meses antes de establecer el programa Fútbol Para Todos. Más cerca en el tiempo, el 30 de octubre del año pasado, la hinchada xeneize desplegó una bandera con el rostro de Néstor Kirchner.

La Policía bonaerense no impidió el ingreso al estadio, pese a sus antecedentes como barra y a que tiene una causa que está elevada a juicio por cohecho. Sin el derecho de admisión y con la venia oficial de la dirigencia xeneize, Mazzaro accedió al estadio y exhibió su poder.

COMENTARIOS