Daniela Ferreyra, de 9 años, salió de su casa con dirección a un kiosco vecino y al cruzar la calle, en medio del charco que empezaba a formar la lluvia, habría rozado un cable de luz que se habría desprendido del poste del tendido eléctrico, aparentemente, por obra del viento.
La letal electrocución dejó a la menor tendida en el piso y sin reacción.
Una ambulancia de Intermed acudió al lugar del hecho, en Gandini, entre José Mayo y De Marchi, frente al cual se encontraba el cuerpo tendido de la niña.
A las 19:35, ya en el Hospital Interzonal Abraham Piñeyro, se confirmó lo peor. Daniela no respondía a los estímulos y los esfuerzos de los médicos en el área de emergencias resultaron vanos.
El personal de guardia tuvo la difícil misión de comunicar la noticia a los padres de la nena, que desencadenó una lógica desolación por la inconmensurable pérdida. Vecinos y amigos se agruparon inmediatamente para intentar consolar a los padres y familiares.
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