Inexactitudes

En una reciente entrevista periodística al Intendente, éste realizó un análisis de su gestión, en el primer año de su nuevo mandato.
Sin perjuicio de que podamos compartir sus apreciaciones con relación a varios temas que abordó en la ocasión (viviendas, puente bajo nivel o seguridad), considero necesario detenerme en el referido al de la Terminal de Ómnibus.
Sostiene el Sr. Meoni que el proyecto es polémico “porque hay mala fe de algunas personas”. En honor a la verdad, quien actuó de mala fe desde un principio, fue la autoridad municipal, cuando el 20 de agosto de 2006 sancionó la ordenanza municipal 5131 de “Iniciativa Privada”.
La norma fue votada en forma unánime en el Concejo Deliberante, en una actitud, de parte de la oposición, que en alguna otra nota juzgué negligente e irresponsable.
Y ello, porque la ordenanza tiene su origen en la invitación a adherir al régimen de Iniciativa Privada instituido por la Ley Provincial 13.810, que para su implementación creaba una Comisión Bicameral encargada de emitir dictamen en forma previa a la calificación de interés público por parte del Poder Ejecutivo.
Evidentemente, en esa etapa de afinidad kirchnerista del Municipio, la división de poderes no tenía relevancia en Junín, no obstante se creó también una comisión…, pero integrada exclusivamente por miembros del Ejecutivo local.
Ahora también trasciende por sus dichos, que la firma que propuso el negocio, Edelweiss, si eventualmente perdiera la licitación, tiene derecho a un resarcimiento de 500 mil dólares. Según el Sr. Intendente, esto, en un negocio de 25 ó 30 millones de pesos, “no es nada”. Le diría que al valor de mercado de la divisa norteamericana, estamos hablando de más de un 11%.
No tiene tampoco derecho a descalificar la opinión del Consejo Asesor, que se pronunció contra el proyecto, seguramente de los 200 departamentos, expresando “son arquitectos que tienen intereses particulares, vinculados con sus negocios”.
¿Tiene el Intendente Meoni alguna idea de lo que significa la palabra ética? Asimismo, cualquier persona con sentido común, puede imaginar el impacto ambiental que producirán, por ejemplo, la cantidad de vehículos que se sumarán en la zona, por las nuevas viviendas.
Para finalizar, la superficialidad con que trató el eventual colapso de los servicios, en la oportunidad, el referido a la provisión de agua. Quienes ya lo padecemos; vivo en inmediaciones de Juan Bautista Alberdi y Malvinas Argentinas, en una planta alta. En verano, es común quedarnos después del mediodía sin el líquido elemento. No quiero pensar cuál será el panorama cuando a poco se termine la construcción de 50 departamentos en la primera calle nombrada, antes de llegar a Francia. Y en invierno será el gas.
En lugar de decir obviedades, por no calificarlas de otra manera, como: “… no toman todos juntos agua, no colapsan los baños a la misma hora…”, podría informar a la ciudadanía si se están perforando nuevos pozos o si se realizan gestiones para reforzar la provisión de gas.
En tanto, la Municipalidad de Junín sigue graciosamente autorizando la construcción de nuevos edificios torre. La insuficiente infraestructura de los servicios será un problema del futuro o quizá del próximo gobierno.