En la primera audiencia del juicio que se sigue por el crimen de Tomás Santillán, el niño de nueve años asesinado a golpes en la ciudad de Lincoln, el testimonio de un primo y compañero de colegio, de su misma edad, complicó al principal acusado, Adalberto Cuello, al señalar que el hombre merodeaba la escuela a la que concurrían y los habría amenazado, antes del hecho.
El testimonio del niño, que se mostró desenvuelto durante la audiencia, coincidió con el de la tía y la madre de la víctima, en el sentido de que se había visto la camioneta de color blanco que conducía Cuello, padrastro de Tomás, por la zona.
Antes de escuchar a los tres primeros testigos de un total de 40 que tendrá el proceso, el fiscal Javier Ochoaizpuro consideró que hay "elementos suficientes en la causa para arribar a una condena a reclusión perpetua" para el padrastro de Tomás, único detenido por el hecho.
JUICIO EN JUNÍN
La declaración de un primo de Tomás complicó aún más a Cuello
El niño, de 8 años, señaló que el hombre merodeaba la escuela a la que concurrían y los habría amenazado, antes del homicidio.
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