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La oposición no kirchnerista se puso en marcha para reclamar explicaciones por el Correo.
ANÁLISIS

Una piedra en el zapato del Gobierno

El caso del Correo se ha convertido en un tema de extrema sensibilidad política. La oposición activa pedidos de explicaciones, el Presidente fue imputado por un fiscal y Franco Macri fue citado al Congreso.

La polémica abierta por el acuerdo entre el Estado y el Grupo Macri por una deuda que el holding mantenía desde la época en la que operó el Correo, amenaza con convertirse en el tema central del debate político en el inicio del año electoral. Se trata de un asunto con implicancias institucionales, a tal punto que el presidente Macri y su ministro Aguad acaban de ser imputados por la Justicia.
La jornada de ayer fue prolífica en ese sentido. Por la mañana, Macri encabezó una reunión de Gabinete en la quinta de Olivos y luego envió a su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y al propio ministro de Comunicaciones a dar -por primera vez- la versión oficial de los hechos. Ambos funcionarios se esforzaron en caracterizar el caso como “técnico-jurídico”, sin ninguna implicancia política.
Por la tarde, en tanto, distintos bloques de la oposición en la Cámara de Diputados -sin el kirchnerismo por cierto- se unieron para anunciar que desde la semana próxima pondrán en marcha la comisión de Comunicaciones e Informática para pedir explicaciones al Gobierno y convocar a funcionarios y miembros de la familia presidencial, como por ejemplo Franco Macri.
El padre del Presidente ya no tiene participación en la empresa Socma, que fue la concesionaria del Correo hasta 2001, pero la encabezaba en aquel momento. Actualmente, los principales accionistas son dos hermanos del mandatario y los tres hijos de su primer matrimonio. Por ende, la Justicia investiga ahora si hubo un “conflicto de intereses” en el acuerdo del Estado y Socma.
En la conferencia que ofrecieron en Olivos, tanto Peña como Aguad afirmaron que el Presidente no estuvo al tanto de las negociaciones, que llevó adelante el Ministerio de Comunicaciones. Aguad sólo reconoció que puso al tanto al jefe de Gabinete de lo que sucedía con Socma. Pero ambos aseguraron que no le plantearon el tema a su jefe político.
Sin embargo, no parece casual que Macri los enviara a poner la cara ante la prensa, tal vez como una forma de reprocharles que no les hayan funcionado los sensores políticos de tal modo de evitarle la controversia que ahora será difícil de frenar. De los dos, el más comprometido es Aguad, ya que el acuerdo entre el Estado y Socma se cocinó en la cartera que está a su cargo.
“Somos conscientes de la sensibilidad (que genera un tema así) luego del festival de corrupción que hubo en este país. No vamos a repetir esas escenas que nos llenaron de vergüenza”, sostuvo Peña en alusión a la década kirchnerista. Y enseguida señaló que la mayoría de los argentinos votó a Cambiemos “con un mandato central de transparencia y conducta que seguiremos honrando”.
Paradójicamente, sobre esa misma idea apoyaron sus argumentos los diputados de la oposición que recordaron las promesas de lucha contra la corrupción que hicieron Macri y Cambiemos durante la campaña electoral de 2015. “Se comprometieron a dividir los negocios privados del manejo de las cuentas públicas, pero esto no es hoy una marca del Gobierno”, dijo Stolbizer.
Casi al mismo tiempo, los diputados del oficialismo recibían a puertas cerradas al ministro Aguad, un prominente radical cordobés cuya actuación en el caso del Correo incomoda a la UCR. Los legisladores de Cambiemos empezaron a diseñar una estrategia para soportar la embestida que urde la oposición. Hoy mismo habrá discursos encendidos cuando se trate la nueva ley de ART.
Pero la estrategia de los opositores -massistas, justicialistas, progresistas y socialistas, entre otros- será de más larga duración: consiste en darle actividad a la comisión de Comunicaciones, citando a funcionarios como Laura Alonso (Oficina Anticorrupción), para generar hechos políticos hasta tanto la Justicia se pronuncie sobre las objeciones que existen ante el acuerdo por el Correo.
Tanto el Gobierno como los opositores estiman que la escalada de la controversia será sostenida porque el país se encuentra en un año electoral. De hecho, ambos parecieron hablarle ayer a una franja de ciudadanos que apoyaron a Cambiemos en 2015 pero que son históricamente votantes independientes. El macrismo ensaya, por eso mismo, una estrategia de prevención de daños.
La punta de lanza del Gobierno es Vidal. Tanto, que mientras Peña y Aguad enfrentaban a la prensa en Olivos, Macri se mostraba por allí cerca junto a la Gobernadora y a los intendentes de Cambiemos. Según Durán Barba, la imagen de la dama será clave para que el oficialismo se siga presentando como el cambio, pese a las dudas que puedan despertar casos como el del Correo.

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