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Después del temporal las cosechadoras retoman poco a poco la actividad en los lotes de soja.
PANORAMA AGROPECUARIO

La soja sufrió los embates del agua

Se estima que las lluvias generarían la pérdida de producción de alrededor de un millón de hectáreas.

Las lluvias de abril se llevan una porción importante de la producción de soja, porque las inundaciones en una amplia región tras las intensas precipitaciones impiden la recolección de la oleaginosa.
De acuerdo a un informe mensual de la Bolsa de Comercio de Rosario, el rinde promedio de la soja en la actual campaña está en torno de los 40 quintales por hectárea en la zona núcleo. Tomando los avances provinciales se nota un gran retraso con las labores de cosecha. El progreso es menor que el año pasado, siendo ese año emblemático por los problemas que hubo en la recolección.

Cuestión del “tiempo”

Los resultados parciales de cosecha que se estaban obteniendo en áreas de Buenos Aires, indicarían que podría haber un margen de mejora en la producción total. Pero también hay preocupación por la fuerte carga hídrica que han recibido. 
Mientras más tiempo pase en retomar las labores de cosecha, más aumenta la incertidumbre. Las posibilidades de desgrane, más las áreas anegadas, las enfermedades y el brotado pueden traducirse en pérdidas de rendimiento, y, por lo tanto, de producción.
Es importante señalar que los pronósticos están indicando una semana de buen tiempo. Esto sería muy importante para que se minimicen los problemas y el efecto adverso sobre la productividad unitaria. De todas maneras, la cosecha ha quedado envuelta en un complejo escenario de vulnerabilidad ante nuevas lluvias importantes.

Ajuste sobre la superficie perdida

En la región de La Pampa se estiman en 80 mil las hectáreas perdidas por los excesos que provocó el frente de tormenta. Hay otras 16 mil hectáreas afectadas por anegamientos entre el NOA y el este bonaerense, que actualizan el nivel total de área perdida a nivel país a 1.060.000 hectáreas. 
Este nivel de pérdidas de producción quedaría compensado con los mejores resultados que se perfilan en las provincias de Chaco y Santiago del Estero. Son muy pocos los primeros lotes cosechados pero todo indicaría que se está ante una gran campaña. Los rindes se estiman en 27 quintales en Chaco y en 29 qq/ha en Santiago del Estero. Otro cambio que realizó la BCR es sobre el rinde promedio de soja en la provincia de Entre Ríos. Se estima ahora con un quintal menos, según las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Vuelven las cosechadoras

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que las pérdidas de peso en granos y el deterioro de la calidad comercial acechan en la zona núcleo. El grado de estas afecciones depende del tiempo que se tarde en ingresar a los lotes. 
Se va retomando la cosecha con muchos problemas. El avance es del  35% del área de soja de primera. En el noreste bonaerense hay incertidumbre. El efecto de tanta agua abre el interrogante de si se mantendrán los rindes.
Se espera que las áreas del oeste de Córdoba y el centro-sur de Santa Fe sean los primeras en retomar la colecta, por las menores lluvias que recibieron. Hacia el noreste, los acumulados son cuantiosos. 
Hubo registros que superaron los 150 mm, destacándose los 320 milímetros en Junín. Esta región ha quedado comprometida y todavía deberá aguardar unos días más para entrar a cosechar. Irigoyen recibió 146 mm y Monte Buey 117, mientras que en el resto del área se registraron valores entre 20 y 80 mm.
Las posibles pérdidas de calidad o rinde producidas por las tormentas se definirán en los próximos días, cuando los productores puedan ingresar a los campos. Si las condiciones del piso y el clima permiten ingresar a los lotes en corto plazo, las pérdidas no serían importantes. Por eso es tan significativo el pronóstico que marca una semana sin agua. 
El caudal de las precipitaciones  fue de tal magnitud que, los suelos estarán muy húmedos para reanudar con normalidad la cosecha. Pero a la falta de piso en los lotes, se suma el estado de los caminos tras el temporal en la región. 
Aquellos que comiencen a levantar la cosecha pero estén imposibilitados a dejar el campo por el estado de los caminos, se volverán a los silos bolsas, que ya forman parte del paisaje de los establecimientos. Antes del temporal, las cosechadoras trabajaron a pleno. 
En la zona núcleo el avance alcanzó el 35% del área de soja de primera. El intenso ritmo de recolección fue interrumpido abruptamente el fin de semana por las incesantes lluvias. Los resultados promedios obtenidos fluctuaban entre los 36 a 46 qq/ha con buena calidad de grano.

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