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NEGOCIOS AGROPECUARIOS

Incógnita sobre si existe una mejor calidad del trigo en esta campaña

El aumento de la fertilización, la elección de trigos más costosos y una mayor inversión de los productores en tecnología de insumos plantea la incógnita de si el esfuerzo redundará en mejor calidad del cereal este año.
Todavía no hay una respuesta clara y precisa, a pesar de que las labores de recolección de trigo cobraron mayor fluidez durante la última semana.
La estructura no está preparada para pagar al productor la mejor calidad, un antiguo problema que lleva a la producción de un trigo forrajero en vez de tener condición panadera.
Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores, especialista en trigo, dijo que esperaría un mes más para definir si hay mejor calidad en esta campaña 2016-2017.
Por un "lote, dos o tres no podés generalizar y decir ‘la Argentina está teniendo tal calidad’, hay que tener mucho cuidado, existe una enorme tentación, pero hoy en día lo único que puede haber son tendencias", explicó.
La realidad actual es que en la Argentina no hay una separación por calidad y el acopiador mezcla todo lo que recibe.
Pierbattisti defendió la mezcla actual de trigos de diversa procedencia porque "mejora" el producto final.
Añadió que así el "trigo argentino tiene la reputación de ser un producto mejorador".
Está convencido de que lo que le conviene al productor, al "oferente", es conocer su calidad, antes de que se mezcle para comenzar a subir los estándares.
En este sentido, la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales porteña realiza el análisis básico gratuito de calidad de trigo, con el objetivo de comenzar a profesionalizar la comercialización del cereal.
La Cámara se hace cargo del costo del análisis de proteína y gluten para que los productores de la provincia de Buenos Aires puedan tener una primera aproximación de la calidad panadera de la mercadería.
En tanto, la iniciativa, además de contar con datos que permitan elaborar un "mapa provincial de calidad de trigo 2016-2017", que debería estar listo hacia mediados de enero próximo, "está diseñada para que los productores bonaerenses –luego de una década de oscurantismo comercial fomentado por la intervención kirchnerista– vuelvan a gestionar al cultivo como una especialidad agrícola con demandas diferenciadas", sostuvo el sitio Valor Soja.
Eso implicaría, por ejemplo, que al detectar una partida de trigo con un nivel de gluten elevado (+28%), los productores tomen la decisión de realizar por cuenta propia un análisis completo de calidad comercial para determinar fuerza panadera (W), Falling Number y relación P/L: criterios básicos de calidad empleados por la molinería para clasificar el uso potencial de los trigos adquiridos.
El problema, entonces, es conseguir un comprador de trigo que valore la calidad, porque si no se fertilizó e invirtió en vano al no mejorar el precio en proporción al valor más alto de la mercadería.
Por su parte, el asesor de la Federación de Acopiadores manifestó que la realidad es que "hay productores que no conocen su propia calidad inicial y no pueden pelear un precio diferencial", pero el tema es con quién disputar.
Defendió que "la Argentina segrega y lo hizo toda la vida".
"En la medida que un consumo local pide 22, 24, 26, 28 y 30 % de gluten y la exportación solicita una base mínima seca de 10 o de 11%. Significa que alguien está segregando y el acopio lo hace porque forma parte de nuestro trabajo justamente", añadió.
También precisó que "de ahí a transformarlo en una política comercial que fije tener tal grado de proteína, año tras año, el mismo de siempre, no es el caso de la Argentina, pero eso no significa que no haya segregación".
"Yo lo que entiendo es que la Argentina tiene la obligación como país originador de trigo de poseer una base mínima de calidad de 12 a 12.5 % de proteína y una base seca entre 10 y 10.5, la de siempre. Eso no es un trigo de calidad, es lo que se le está exigiendo hoy y siempre al trigo argentino que tiene una reputación de trigo mejorador. Espero que lo tengamos este año, el próximo y los venideros".
Según averiguó esta columnista, la molinería ha recibido muestras de trigo que sufrió heladas y como fue un año sacudido por inclemencias climáticas, quizá la mejora de la calidad deba esperar a otra temporada más benigna para algunos productores mientras que otros tendrán mejor suerte.

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