None
VENTAS

La carne es una debilidad

El promedio por habitante llegó a 60,7 kilos por año en el caso de la carne vacuna, 3,3 por ciento de suba en la primera mitad del año.

El consumo de carne vacuna durante los primeros seis meses del año registró un incremento de 3,3 por ciento y alcanzó un promedio de 60,7 kilos por habitante por año. Así lo destacó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), quien también aseveró que durante el primer semestre de 2015 fueron exportadas 100.235 toneladas, un incremento de 22 por ciento interanual.
También hubo una suba en el consumo de carne aviar, porcina y pescado, según informaron las distintas cámaras sectoriales. Lejos de atravesar una crisis estructural, la producción de la ganadería tuvo un incremento de 50 por ciento en el período 2003-2014, según un relevamiento realizado en base a datos del Ministerio de Agricultura. Esto se explica por el alza de la producción de carne aviar en un 187 por ciento, seguido por la carne porcina con 158 por ciento, mientras que la carne vacuna se mantuvo casi estable con una suba de 6 por ciento.
El informe de Ciccra también resulta revelador ante los continuos vaticinios de la dirigencia rural que declara una crisis terminal para el sector. “La faena vacuna ascendió a 1,1 millón de cabezas en junio pasado, lo que implicó un avance de 8,0 por ciento anual. Y con este guarismo en el primer semestre del año se completó una faena de 6,18 millones de cabezas, que resultó 3,1 por ciento superior a la registrada en la primera mitad de 2014 y que fue la más elevada desde los records de iguales semestres de 2007 a 2009”, indicó el informe firmado por Miguel Schiariti, titular de la Ciccra.
En 2003 había un stock de 55,8 millones de cabezas, que ascendió a los 58,7 millones en 2007. Desde el 2004 hasta 2009, el sector experimentó un incremento de las faenas cuyo pico máximo fue en 2009, con más de 16 millones de cabezas. Este aumento y su consecuente caída del stock bovino fue debido a los efectos de la sequía del año anterior (2008), que provocó ventas masivas. También influyó el cierre temporal de las exportaciones. Todo esto confluyó para que en 2011 el stock de ganado bovino haya sido de 47,9 millones de cabezas, es decir una pérdida de 10,8 millones.
De ahí en adelante comenzó una recomposición del stock, que resulta invisibilizada por los dirigentes del sector. En 2012 ascendido a 48,9 millones de toneladas, al año siguiente ya había 50,9 millones. Incluso se redujo el porcentaje de novillos faenados. Se pasó del 26,1 por ciento en 2011 al 17,9 por ciento el año pasado. El 2014 concluyó con un stock bovino de 51,6 millones de cabezas, según la Encuesta Nacional Agropecuaria del Ministerio de Agricultura.
Para Ciccra, en 10 años el sector generó 29,1 millones de toneladas. Si hubiera primado la “ausencia de regulaciones”, el sector podría haber generado, según la Cámara, tan sólo un adicional de 2,4 millones de toneladas y no se hubieran cerrado 130 frigoríficos. 

COMENTARIOS