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HOCKEY

Pilar "Pili" Zaballa

De las entrañas del Club Social de Junín, actualmente juega en la Millersville University (Pennsylvania, EE.UU.) donde también estudia Química.

Nací en la ciudad de La Plata y  me mudé a Junín cuando estaba por cumplir los dos años.
Viví en el barrio El Picaflor hasta que me fui a estudiar. Actualmente mi familia sigue viviendo ahí,  es céntrico, con  mucho movimiento y me quedaba muy cerca del colegio.
Fui al Colegio La Santa Unión de los Sagrados Corazones desde el jardín hasta 6° año del secundario. Mis amigas fueron cambiando durante los años ya que cuando pasas del primario al secundario te sortean y después en 4° año te separas según la orientación que elegís. 
Había compañeras de colegio que iban conmigo a hóckey también. Igualmente, la mayoría de mis amigas son las que me hice gracias al hóckey. 
Desde los 5 años practico hóckey y en el primario también hice baile, tenis y telas.
Desde chica mi familia me decía que era muy lindo hacer algún deporte grupal y como mis amigas y compañeras del colegio iban a hockey al Club Social, decidí empezar.
Jugué desde mi infancia hasta que me fui a estudiar en el Club Social y lo seguiré haciendo cada vez que tenga la oportunidad (cuando vuelvo en las vacaciones).
Mi primer partido competitivo fue cuando pasé a séptima y no me acuerdo mucho, tenía 12 años.
Si hay algo que nunca me olvido son los títulos que ganamos. A nivel local salimos campeonas en el 2015 con sexta, en el 2016 y 2017 con intermedia. Esos tres años jugábamos en la Federación de Cuenca del Salado.
A partir del 2018 nos pasamos a la Asociación del Centro de la Provincia de Bs. As. y salimos campeonas los 2 años consecutivos (2018 y 2019) con Intermedia  y  Primera. A nivel provincial, jugué por primer vez en el 2014 que salimos subcampeonas en un Sub14 en Azul;  en el 2016  debuté en el torneo de 1° en Bahía Blanca donde salimos 5°, ese mismo año salimos 3° en Lobos con Intermedia. En el 2017 salimos subcampeonas en Junín con Intermedia y al año siguiente quedamos terceras. Mi último torneo en el club fue en marzo del 2019 con la 1° donde salimos terceras. 
Los torneos que más me marcaron son el que salimos subcampeonas en sub 18 en 2017 porque teníamos el mejor equipo y el de primera del 2019 porque quería salir campeona en mi último torneo con la camiseta del Club Social y porque teníamos un equipo muy fuerte con todas las posibilidades de ganar. 
En el 2017 jugué con la Selección Sub18 de Cuenca del Salado, donde tuve la oportunidad de poder estar en un Nacional “A”  en Mendoza.

La partida a EEUU
El último año de secundario en Junín fue intenso ya que tuve que prepararme y rendir dos exámenes internacionales aparte de estar jugando el torneo local más los torneos provinciales y entrenamientos especiales que me mandaban de allá. A través de un representante me empezaron a llegar ofertas de muchas universidades y elegí ir a Millersville University en Pennsylvania donde estoy estudiando Química. En marzo del 2019 firmé el contrato con la Universidad y en agosto del mismo año me fui. No fue una decisión fácil ya que tenés sentimientos encontrados. Querés estar allá, pero los afectos quedan acá.
Actualmente estoy jugando para el equipo de la universidad que está en la División II de la Liga Nacional llamada NCAA.
Vivo en una ciudad universitaria, en el medio de una zona rural a dos horas de Nueva York. La ciudad de Millersville se encuentra ubicada en Lancaster, a treinta minutos de Philadelphia. El campus es impactante. Los edificios de la universidad son modernos con tecnología avanzada. Tiene un invierno muy frío con tormentas de nieve y veranos muy calurosos.  
Los entrenamientos son muy intensos y estrictos. Entrenamos todos los días tres horas. No sólo con palo y bocha sino también físico y táctico. Hasta nos hacen mirar y analizar videos de equipos contrarios.
Los entrenamientos son cronometrados. Cada ejercicio se repite durante 5 o 10 minutos y una vez que se cumple el tiempo se pasa a otro ejercicio. Durante la primer parte del año académico, de agosto a diciembre, se juega la temporada y la segunda parte, enero a mayo, es solo entrenamiento.
En cuanto a los cambios, allá parece que estoy jugando profesionalmente, ya que la infraestructura de los deportes universitarios es impresionante, los vestuarios, los estadios, la indumentaria, los hoteles donde concentramos, etc. Pero a nivel deportivo me gusta más jugar en el club Social. Se extrañan los entrenamientos de Pablo y Fede y los físicos de Gastón y ni que hablar del equipo, las chicas y lo que nos divertíamos.
La vida de los americanos es muy diferente porque ellos están acostumbrados  a vivir muy cómodamente. Además de eso, no me logro acostumbrar a las comidas.
Otra cosa muy distinta son las relaciones humanas. Ellos son muy fríos y distantes.
En cuanto al futuro espero terminar la carrera en tiempo y forma y el tiempo dirá si me quedo a hacer un doctorado o trabajar allá, o me vuelvo a Argentina. 

El hockey acá y allá
El hóckey es muy diferente. En Argentina está mucho más desarrollado y la forma de juego es muy distinta. Nosotras acá jugamos en equipo y allá les gusta jugar uno contra uno, mucho más individualista.
Particularmente para mí Junín tiene un muy buen nivel de hóckey.

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