Como todo los pibes de barrio yo comencé jugando al fútbol en el potrero. Donde ahora está la estación de venta de combustibles Santa Rita, con los chicos teníamos nuestra propia cancha donde nos juntábamos todos los días desde la mañana temprano hasta que las velas no ardían.
Lógicamente no teníamos luz artificial, pero hasta donde daba la luz del día le estábamos dando a la pelota.
Había otra cancha, cerca, que le llamaban la “Cancha de Rechimón”. Ahí jugaban otros pibes del barrio y cada tanto se armaban los barrio contra barrio. Fue una época muy linda. Una infancia muy linda sin play stations, sin computadoras, nada. Era la pelota de fútbol todos los días y nada más.
Y la canchita era “Harvard”, nuestra universidad. Ahí se aprendía todo, lo bueno y lo que estaba rozando el marco fuera de la ley. Pero ojo que como un disparate cuando salíamos del baile tocábamos algún timbre o pateábamos un tacho de basura al medio de la calle porque antes no se usaba la bolsita de nylon sino que los residuos de la casa se sacaban en una lata de chapa, generalmente de las de aceite de 20 litros o parecida.
Yo vivía a tres cuadras del Club Ambos Mundos. Cuando fui por primera vez me recibió don Edgard Aramburu, un maestro del fútbol. Me acuerdo que me preguntó de qué quería jugar y le dije de 7. A mí me gustaba correr. Pero me dijo que no, que por mi altura tenía que ir de marcador de punta y me mandó de 4. Desde ese día toda la vida jugué de 4.
Yo hice todas las inferiores, jugué hasta los 20 años en Ambos Mundos. Después me fui a jugar a Chacabuco, volví, estuve en Independiente, Baigorrita, siempre anduve en los equipos de la zona.
No había la comunicación que hay ahora, ni la tecnología de hoy en día. Tal vez porque tenía que trabajar no me fui más lejos.
Yo agarré la época donde iba mucha gente a la cancha. En Chacabuco, por ejemplo, la Liga era muy competitiva. Se jugaba los domingos, pero a cancha rebalsada. Hasta traían jugadores de Buenos Aires para formar los equipos.
El fútbol siempre es el mismo. Lo que cambió con el paso del tiempo fueron los autores, los personajes y se ha modificado en la parte física. Ahora todos corren, son atletas del fútbol. Hay muy poca gente pensante, tratan de jugar a un toque pero a veces no le da para eso.
Y es ahí donde vienen los problemas porque de los partidos de noventa minutos terminan jugando cuarenta y así van pasando los minutos y la pelota vive afuera, el juego se hace trabado porque empiezan a cortar con faltas pemanentemente.
Ojo que antes había todos profes recibidos. Se trabajaba siempre en la parte física, pero las exigencias eran otras.
Por ahí pasaba más por la parte táctica donde se le buscaba la vuelta a cada partido en especial de acuerdo a las características del rival de turno.
En las inferiores de ambos Mundos logré varios títulos. Pasé a Sarmiento en 1983 porque tenían que formar reserva obligatoriamente y en 1984 me fui a Chacabuco donde estuve 7 años. Salí cuatro veces campeón y dos veces obtuve el subcampeonato”.
La conducción técnica
“Yo siempre estuve en contacto con Oscar Tuso que me repetía cada vez que nos veíamos que tenía que hacer el curso de técnico. Por razones laborales no lo podía hacer y pasaron muchos años porque me hubiese gustado recibirme en la camada de Sergio Lippi por ejemplo.
No se dio hasta que un día me decidí por ponerme a realizarlo, lo terminé y comencé a trabajar. No es difícil cursarlo máxime para uno que ha jugado al fútbol. Después pasa todo por el criterio personal, el trabajo particular, su estilo de juego. Más allá del 4-3-1-2 ó el 4-4-3 que parecen números telefónicos a la hora de jugar. Pero cada cual tiene su libreto.
Cuando me recibí comencé a trabajar con Mingo Azil en River Plate, después estuve un año con Oscar Tuso en el Argentino “C” con B.A.P., estuve dirigiendo en Agustina, luego dos años con el Sub 17 de Junín y llevo tres años con el Fútbol Femenino acá en Junín”.
El femenino
“Fue una idea de Raúl Mercado que estaba a cargo del Fútbol Femenino de Junín que junto con Claudio Yópolo me insistieron para que asumiera en la conducción técnica. Fueron un día a mi casa, me gustó la idea, lo charlé con mi familia y arranqué.
Comencé trabajando despacio. Hay otros términos sobre las chicas, pero tácticamente y técnicamente el laburo es el mismo que con los varones. No hay misterio.
Yo veo el fútbol femenino con menos agresividad que el masculino. Salvando las distancias las chicas juegan más a dos toques, es todo más lento.
Nosotros recientemente jugamos a nivel provincial y logramos el título. Es decir que las chicas son campeonas bonaerenses.
Ahora adquirimos el derecho de representar a Junín y la provincia en Trelew –Chubut- donde es una etapa nacional porque concurrirán equipos de todo el país.
Es un compromiso mayúsculo porque no vamos de paseo. Yo soy exigente conmigo mismo y vamos a tratar de poner a la Provincia de Buenos Aires entre los cuatro mejores equipos de la República Argentina. La idea es salir campeón, nadie juega para perder. Pero estando entre los mejores cuatro del país sería un paso fundamental para nuestro fútbol femenino.
El grupo está preparado para este compromiso y lo vamos a enfrentar de la mejor manera.
En la semana nos juntamos los miércoles. Primero por problemas económicos porque vienen chicas de todos lados y hay que pagarles el pasaje, la comida y es muy oneroso para la Liga.
Respecto a los viajes siempre estuvo con nosotros la Unnoba a través de Carlitos Ciotta y Guillermo Tamarit. Gracias a ellos se pudo hacer esto que fue viajar a todos lados para competir.
Si bien la selección depende de la Liga es todo amateur. Enfrentamos a muchos equipos que se bancaban por si solos. Las chicas de Necochea, por ejemplo, hicieron rifas, vendieron empanadas, pizzas, todo para juntar un mango y poder viajar”.
La selección nacional
“Me gustó mucho la selección nacional y el logro de haber llegado a la final en Brasil no es poca cosa. Pienso que le va costar salir campeón porque hay otras potencias como Alemania que trabajan todo el año y muy bien.
En cuanto a Carlos Tevez creo que ha demostrado que debe estar en el equipo. Yo no sé qué puede haber pasado en el grupo y considero que Sabella debe haber priorizado el grupo humano. A mí me gusta mucho como juega.
En cuanto a Messi y Maradona, son distintas épocas. Yo siempre dije que nunca más iba a ver un Maradona, pero lo estoy viendo a Messi. Así que cada cual es glorioso en su época”.<
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