FÚTBOL

Rodolfo Luis “Fito” Pezzatti

Campeón con Sarmiento en 1977. Jugó el Campeonato Nacional con San Martín de Mendoza. Estuvo en Altos Hornos Zapla y Gimnasia y Esgrima La Plata.

Nací en Junín en el barrio de las Morochas. Fui a la escuela 19, frente al Cementerio Central.
Se jugaba al futbol todo el día en el barrio, aún en las calles de tierra. A los 12 años comencé a  trabajar en Perrone y Ferrúa que hacían muebles para el hogar, en el barrio Padre Respuela.

Jugué un año en la octava de Mariano Moreno, porque el club me quedaba a un paso.

Pero mi viejo era fanático de Sarmiento. Estaba Pepe Rusiñol de técnico en el Verde y el Cholo Lucaroni en las inferiores. El Cholo trabajaba en el Ferrocarril que en ese entonces era todo y se cocinó mi llegada a Sarmiento.

Arranqué en la séptima y no paré hasta la primera. Resultó un año que el Bochi Carini se hizo cargo del equipo en la “C” hasta terminar el torneo porque se habían quedado sin técnico. El Bochi tenía la mueblería sobre calle Rivadavia y era muy amigo de Mecozzi – el de la gomería- que era dirigente de Sarmiento y le pidió que le diera una mano. 

Y fue Carini el que me hizo debutar en primera en Zárate contra Defensores Unidos. Empatamos uno a uno. Tenía 17 años.

Terminó ese campeonato y vino Héctor Silva en el ´74 que comenzaron a mejorar las cosas. Hasta que ascendimos en 1977 con el bigotudo Durich, Solaegui, el Gallo Melillo, la Guapa Cortés, el monstruo de Omar Atondo. Un equipazo.

Ya para 1978 me fui a San Martín de Mendoza, con Luciano Polo. Acá había terminado el campeonato con Sarmiento y nos prestaron. Estaba Mingo Julio de técnico allá. Fue una experiencia bárbara jugar el entonces Campeonato Nacional. Estaban el Cura Vergara, un dos espectacular, el seis era Meyer, el diez Monardi, el siete Moraschini, el once el Negro Olmos que había venido de Córdoba. El resto eran de Mendoza.

Jugamos contra River Plate, Huracán de Parque Patricios, Talleres de Córdoba que tenía un equipazo con el Negro Ludueña, Oviedo, Galván. Nos fue bien cuando jugamos en Córdoba, empatamos cero a cero y Chocolate Baley se atajó todo esa tarde.

Al año siguiente jugué el otro Nacional con San Martín de Mendoza y me tocó ir a la Bombonera. La gente no se imagina como suena, como se siente la presión adentro de la cancha. Es fabuloso.

En 1980 Sarmiento me vendió a Altos Hornos Zapla. El Ingenerio Rubio, que era el presidente, vino a negociar el pase a Junín. Pero a fines del campeonato –yo me había ido con mi esposa- no nos adaptamos y hablé con el presidente que no seguía.

En La Plata había arreglado Eduardo Yanín. Me llamó por teléfono si no quería ir a Gimnasia y Esgrima. Arreglaron el tema del pase y en 1981 jugué con el Lobo la “B”. Estaba el Pipa Higuaín, Sergio Marchi, el Beto Beltrán, Tempesta, Pantaleo, teníamos un equipazo. Perdimos la final contra Temperley en cancha de Estudiantes y por penales. Fue el día que el Turco Marchi erró el penal.

Seguí en Gimnasia para 1982 y después me vine a Junín. Ya estaba mañereando para seguir jugando y me salió una oferta de Ferro de General Pico, La Pampa. Un club extraordinario, estábamos al día con los salarios.

A todo esto ya trabajaba en Tribunales. Y un día apareció un abogado de Chacabuco, el Turco Elena, y me invitó a ir a jugar a San Martín de Chacabuco. Arreglé que viajaba los domingos para jugar y entrenaba acá.

Después me llamaron de San Martín de 9 de Julio y estuve dos años. Un años en Racing de Teodelina, un año en Estudiantes de Villa Cañás, anduve por Vedia, Diego de Alvear.

En la zona hice una legión de amigos, gente buena. Iba mucha gente a las canchas en ese tiempo.

Cambió mucho el fútbol de antes al de hoy. Ahora son extremadamente exigentes, inclusive con los descensos. Antes había uno solo, no se peleaba tanto. Se juega muy intenso. Por ahí a mi me dicen cómo pegaba. Y hoy se matan a patadas diez veces más que antes. Se tiran con las dos piernas para adelante, te levantan como manteca.

Tuve la suerte que no me echaron mucho. En toda mi carrera fueron dos expulsiones y dos partidos no jugué por el límite de amarillas.

Hoy me parece que no se le da mucha importancia a las inferiores. A veces discuto cuando voy a ver Sarmiento. No puede ser que haya 15 jugadores de afuera con el gasto que conlleva pagarle casa y comida. Nosotros en 1977 teníamos a Omar Atondo, el Gallo Melillo, Miguel Ángel Álvarez, Coco Benítez, uno dos de la zona y de afuera Durich, Solaegui y Soria. Entonces se armó un equipo y se pudo salir campeón con los de Junín y algún refuerzo.

Acá debe haber como doce equipos. ¿No hay uno o dos para traer?. Creo que no se le da la importancia que merece. Es una lástima que no se trabaje más con las inferiores.

¿Maradona o Messi? Maradona. Increíble lo que hizo, fue único.  De Messi no puedo decir nada, es un grande, pero me quedo con Maradona.

COMENTARIOS