Sarmiento sumó un punto pero mereció más

Sarmiento empató anoche en su visita a Banfield y sumó un punto importante de cara a lo que se viene. Sin embargo, el equipo de Caruso se fue con un gusto amargo porque jugó más de medio tiempo con un hombre de más, tuvo chances concretas para convertir y se mereció claramente la victoria.
Se sabe que en el fútbol los merecimientos no existen. Se ganan los partidos con goles y para hacerlos, antes que nada, hay que crear opciones. Y Sarmiento las tuvo. Hizo todo para ganar: controló al rival durante la mayor parte del juego, tocó y jugó bien por las bandas, creó opciones de gol pero falló en los últimos metros. Faltó el gol, nada más que eso.
Los primeros minutos de juego fueron parejos. Los dos equipos se acomodaron bajo el clásico esquema del 4-4-2. Además de parejo, el encuentro, por momentos, fue aburrido, pesado. La pelota viajó mucho por el aire, poco por el piso.
El Verde se hizo fuerte en el orden. En defensa, Dutari y Lequi controlaron bien a Simeone y al "Pelado" Silva; en el medio, Hamilton Pereira volvió a demostrar su regularidad y Busse volvió a ser el de siempre, ese que juega y hace jugar.  
Otro de los fuertes de Sarmiento fue el juego que propuso por las bandas. A los 16 minutos de juego, Busse recuperó y entregó rápido y bien para Depetris; el 12 del Verde controló y envió un gran centro que Caire casi cambia por gol. Estuvo cerca, la pelota se fue apenas por arriba del travesaño.
El Verde era mucho más. Encima, sobre el cierre del primer tiempo, Rossi le entró mal a Caire y se fue expulsado. Las noticias no eran buenas para el Taladro.
En el complemento, Sarmiento ratificó sus intenciones de querer ganar el partido. Mantuvo el orden, el criterio para jugar y con mucho empuje arrinconó a Banfield en su arco.
A los ocho, Caire se lo volvió a perder, después de una gran jugada de Fornari. Dos minutos después, el volante remató de media distancia, el disparo tenía destino de gol, pero Hilario Navarro la mandó al córner.
A esa altura, el control del Verde era absoluto. Ganó la posición del balón y lo intentó siempre. A los veinte, Caruso metió a Mercado por Sánchez; también ingresó Chaves por Fornari. El cambio de nombres no alteró el juego. Sarmiento siguió siendo superior a su rival.
En la primera que tuvo el ecuatoriano Mercado, quedó enfrente de Navarro y falló. El remate pasó muy cerca. Chaves también tuvo la suya, fue a los 35, desde lejos sacó un buen remate que también exigió al uno del Taladro.
No hubo caso, no era la noche. Los intentos se fueron mezclando con la impaciencia, con la desesperación y, finalmente, con la impotencia. El cero a cero final, a Sarmiento le sirve, porque necesitaba sumar. Pero mereció más, porque superó al rival en todas las líneas, porque fue creciendo de menor a mayor, y porque Banfield solamente se defendió.
El punto se festejó a medias. El resultado pareciera ser injusto pero sirve para mantener en alto el ánimo del equipo. Los próximos dos partidos Sarmiento jugará de local, primero frente a Patronato y después contra Tigre. Ahí la cuestión será diferente, la obligación será ganar, es que el camino se acorta y la necesidad cada vez es más urgente.