Sergio Víctor Palma junto a Tito Lectoure, después de ganarle el título del mundo a Leo Randolph
Sergio Víctor Palma junto a Tito Lectoure, después de ganarle el título del mundo a Leo Randolph
EL EX PÚGIL MURIÓ A LOS 65 AÑOS

Sergio Víctor Palma, el gran campeón que no le pudo ganar la pelea al coronavirus

El chaquero dejó su legado tanto arriba como abajo del cuadrilátero. El mundo del boxeo despide a uno de los grandes

Lo llamaban el “campeón pensante”, porque además de dedicarse al férreo deporte de los puños también mostró su costado intelectual al escribir poemas y canciones.
Ese fue Sergio Víctor Palma, que obtuvo la corona mundial supergallo a principios de los años ’80 (luego se encargaría de defender el título en cinco oportunidades), que a pesar de su paulatino deterioro físico como consecuencia de un ACV en el 2004 y Parkinson, que se lo diagnosticaron al poco tiempo de sufrir el accidente cerebrovascular, el ex boxeador no le pudo ganar el combate al Coronavirus.
Palma, de 65 años (nació el 1 de enero de 1956, en la localidad chaqueña de La Tigra) murió ayer en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, donde permanecía internado tras haberse contagio de Covid.
En las últimas horas presentó muchas dificultades para respirar (había ingresado al nosocomio el pasado 14 del mes en curso) y además era una “paciente de riesgo” por su comorbilidad.

Uno de los pocos en ganar el título en Estados Unidos
En su brillante carrera tuvo el honor de haber sido uno de los pocos boxeadores argentinos que ganó el título del mundo en los Estados Unidos y ante un boxeador local, Leo Randolph, el 9 de agosto de 1980.
Fue por nocaut en el quinto asalto al cabo de una tremenda golpiza consumada en un ring de Spokane, Washington, en una pelea pactada a 15 en la que estaba en juego el cetro versión Asociación Mundial de Boxeo (AMB) por el que ya había pugnado en diciembre de 1979 con el colombiano Ricardo Cardona.
Palma tuvo un aceptable paso por el campo amateur y una meteórica campaña en el profesionalismo, donde primero obtuvo el campeonato argentino a expensas del rionegrino Arnoldo Agüero y luego el sudamericano que disputó con el uruguayo Hugo Melgarejo.

Tras escalar en el ranking de la AMB, el 15 de diciembre de 1979, en Barranquilla, estuvo a punto de noquear a Cardona, pero se llegó a las tarjetas y ahí se impuso el colombiano, que a su vez el 4 de mayo del 1980 perdió la corona a manos del estadounidense Randolph.
Tres meses después, el propio Randolph asumió su defensa obligatoria ante el chaqueño Palma, que a poco de cumplir 25 años, en el Coliseum de Spokane, se convirtió en el primer argentino en ganar el campeonato mundial de peso supergallo, cuyo límite es de 55,338 kilogramos.
Cinco fueron sus defensas airosas de la corona de Palma entre noviembre de 1980 y junio de 1982.
En ese lapso venció al panameño Ulises Morales, al dominicano Leo Cruz, al colombiano Ricardo Cardona, al tailandés Vichit Muang Roi-et y al panameño Jorge Luján.

El 16 de junio del 1982 perdió la revancha con Cruz en Miami y como consecuencia de una serie de lesiones que impidieron su continuidad en el primer nivel, subió por última vez a un cuadrilátero el 10 de agosto de 1990, es decir, diez años y un día después de haber llegado a la cima.
Palma colgó los guantes con un récord de 62 combates, de los cuales ganó 52 (20 antes del límite), perdió 5 y empató 5.
Una vez retirado de la actividad, el ex púgil alternó clases de boxeo con el rol de analista especializado hasta que en el 2004 sufrió un choque en el Puente Pueyrredón que derivó en un ACV. Al tiempo le fue extirpado un tumor maligno de un riñón y años más tarde fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson.
En estos últimos años, Palma vivía en un departamento alquilado de dos ambientes en Miramar junto a Orieta, una fiel compañera que lo ayudó a atravesar los momentos más duros de su salud.
Con la misma tenacidad que mostraba en el cuadrilátero, Sergio Víctor Palma mantuvo una digna lucha que acabó el lunes por la mañana en el hospital marplatense siendo otra víctima de esta maldita pandemia de Coronavirus. El legado del chaqueño será eterno tanto en el ring como en la vida.

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