BÁSQUET

Gustavo Fabián Sandrk: “El Flaco”

Jugó la LNB con Morón. Vino a reforzar a Argentino en 1987. Estuvo en Los Indios, Club Banco de Junín, Sarmiento, Villa Belgrano.

Nací en Capital Federal y al poco tiempo mis viejo se trasladaron a Morón porque mi papá era de ahí. En realidad mi viejo era extranjero, croata, y con mi abuela habían comprado un lote en Morón donde después nos radicamos todos.

Era un pueblo, gente de barrio, nada que ver con Capital. Era toda una odisea llegar al centro de Buenos Aires. Yo ahora suelo llevar a mis hijos de Morón a Buenos Aires y tomo la avenida Rivadavia por Once haciendo la vieja ruta del colectivo que hacía de chico.

Empecé a jugar al básquet en una Sociedad de Fomento del barrio de donde salieron muchos jugadores. Un amigo se fue a jugar al Club Morón, como dando el gran salto en el pueblo. Era bueno. Yo le decía que quería ir a jugar con él, pero me decía que iba a ser muy difícil. Yo estaba antojado. Me fui a probar y quedé.  Hice todas las inferiores hasta primera. Cuando tenía 22 años me quise ir del club. En 1983, con 21, estaba jugando en la playa de Mar del Plata, en Estancia del Carmen –los balnearios de Punta Mogotes- con chicos de Ferro, Boca, Obras. Había canchitas detrás, donde están hoy los estacionamientos. Estaban Maretto, Maggi, entre otros. Me vio un dirigente de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y me hablaron para ir a jugar la metropolitana. Estuve un año, en 1984. Ese año en Club Morón juega la transición a la Liga Nacional y la gana. Quedo en la LNB. En 1985 me volví a jugar la Liga con Morón. Me llevó el entrenador Horacio Grecco. Estaban el Vasco Aispurúa, Daniel Ricci y dos americanos más. Yo no me quería ir de GEBA. Me pagaban  por jugar, tenía unas changuitas extras y encima me deban la comida y un viático. Estaba chocho. Me iba a las 9 de la mañana de Morón a Capital y me volvía a la noche, o me quedaba a dormir ahí o en la casa de algún amigo. A veces estaba una semana viviendo ahí.

A fines del ´85 me querían Siderca de Campana, Boca Juniors, Independiente de Neuquén, Huracán de Trelew. Se estaba armando el TNA que no estaba todavía. Pero el presidente de Morón era una persona severa y no me dio el pase. Les pidió fortuna a todos. Es más, un ex entrenador de San Lorenzo  había organizado un partido para mostrar jugadores y me fue bárbaro. Ahí me vio la gente de Trelew, arreglo con ellos y hasta el pasaje me mandaron. Pero el presidente de Morón no me dio el pase.

Me quedé  y a fines del ´86 me quería ir. Me terminan vendiendo a Burzaco Futbol Club que jugaba la metropolitana con americanos como Kevin Coston, muy amigo de Alonzo Mc Farlan, que jugaba en Junín. Estaba Néstor Delgui como entrenador que había dirigido Independiente, Boca. A mitad de año hubo problemas económicos, echaron jugadores y arreglé por la mitad del sueldo con la condición que  a fin de año me compraba el pase. Todo yo solo, sin representante.

Después sí, tenía un amigo que era representante en Ferro Carril Oeste y le di el pase. Me fui de vacaciones. Cuando volví tenía dos clubes: Argentino de Junin y Rivadavia de Necochea. Fue en marzo de 1987. Yo ni sabía dónde quedaba Junín. Y le pregunté cuál estaba más cerca y me dijo Junín. Hasta pensaba jugar y volverme.

Me vine a probar tres veces a Argentino. Todavía no había técnico. Después vino Jorge González. Quedé en Argentino y tenía que venir a firmar el contrato con mi representante. Él tenía un R12 rojo y se fundió pasando Luján. Me dijo si me animaba a ir solo. Paró un colectivo de La Estrella, me pagó el pasaje, me dio ropa de entrenamiento y me dijo que me esperaba un tal Azpelicueta en la estación de Junín. Estaba el Vasco esperándome acá. Vine charlando todo el viaje con el hermano del Taco Albarracín, que vivía en la esquina de la casa del presidente.

En Argentino estaba Hugo Davini de Pergamino, Raúl Scaglione, el chaqueño Bratachuk, el uruguayo Caimi, el cabezón Marchesi, Taró. Había un americano de apellido Williams.

Jugamos un regional para ascender a la B, no fue un año bueno y quedamos terceros. A fin de año el club se quedó sin plata. Pero como desertaron el primero y el segundo, Argentino quedó automáticamente ascendido a la B. Fue el primer equipo de Junín en llegar a la B. Pero se había desarmado todo y no pudieron jugar.

En 1988 me vienen a buscar del Club Junín, salimos campeones del local por primera vez y al año que siguiente repetimos el título. Luego jugué en Los Indios, Club Banco de Junín, Sarmiento, Villa Belgrano y hubo una temporada en el medio que estuve otra vez en Argentino.

Me quedé en Junín, me casé con Laura Pagano en 1988 . La condición para jugar en Club Junín era que me pagaran la luna de miel como prima. Me pagaron el viaje a Bariloche y en el medio del viaje había un partido y me querían pagar el pasaje para que venga,  juegue y me vuelva. Ni loco.
Me dediqué a la herrería  de obra y en general, que sigo hasta el día de hoy.

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