“La ciencia es una fuerza del interior que impulsa todo”

Comenzamos el año 2015 en la UNNOBA con un Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas (CIBA) que cuenta con amplios laboratorios y equipamiento de alta complejidad, un espacio que era muy difícil de imaginar hace apenas cinco o seis años.
En ese entonces hacíamos nuestros experimentos en un cuarto de seis metros cuadrados. Nos limitaban –entre otras cosas– la falta de infraestructura y equipamiento, que compensábamos con lo que utilizábamos en los centros que nos habían visto crecer.
Pero, al mismo tiempo, era emocionante ver que la Universidad tenía la convicción de invertir en equipamiento y laboratorios de investigación.
Porque la ciencia es una fuerza que sale del interior impulsando todo. Es trabajar hasta descubrir la verdad, es equivocarse, levantarse y seguir.

Desarrollo
Junto a las Investigadoras que fueron asentándose en la ciudad –doctoras Torres, Pasquinelli, Alaniz y Palumbo– fue posible transitar este camino duro pero, a la vez, lleno de logros y satisfacciones, con necesidades que poco a poco fuimos cubriendo. Un trayecto que nos hizo crecer y fortalecer, y que tuvo apoyo y comprensión sostenidos sin los cuales hubiese sido muy difícil avanzar.
Hoy formamos parte de un Centro de Investigaciones y Transferencia del CONICET, el CITNOBA, lo que es un orgullo para nosotras y para toda la Universidad.
Nuestra investigación se financia con subsidios obtenidos de la UNNOBA, del CONICET, del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, de empresas farmacéuticas y también con subsidios del exterior.
Por otra parte, el equipamiento adquirido nos da una independencia en el desarrollo de los experimentos que no creíamos que íbamos a lograr tan pronto y nos permite realizar trabajos en colaboración desde el CITNOBA con otros centros del país y del exterior, realizar servicios a terceros y proyectos de aplicación con hospitales y clínicas de la región.
A su vez nos permite garantizar la formación de los recursos humanos, nuestros valiosos becarios, que serán quienes continúen el trabajo iniciado. Aquí realizan sus trabajos de tesis de licenciatura, de doctorado y posdoctorado nuestros graduados y también graduados de otras universidades, y los resultados de las tesis culminan en publicaciones en revistas científicas nacionales e internacionales de impacto.
Entre las cinco investigadoras asistentes y adjuntas del CONICET que lideramos los grupos, estamos formado dos becarias CONICET –una de doctorado y otra de posdoctorado–, dos becarios de grado del CIN, tres becarios UNNOBA –dos de grado y una de posgrado–, dos becarios doctorales de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y una becaria de doctorado de la CIC.
Creo que nos hemos ido consolidando como grupo de investigación y, a la vez, considero que todo el tiempo estamos empezando y tenemos mucho camino por recorrer.

Agradecimientos
Sólo me queda agradecer en nombre de todo el grupo y también en forma personal al señor Rector, Guillermo Tamarit, a la señora Vicerrectora, Danya Tavela, y al señor secretario de Investigación, Jerónimo Ainchil, por entender como entienden la importancia de la investigación científica y así darnos la posibilidad de continuar haciendo en la UNNOBA lo que nos apasiona y para lo que nos formamos con tanto esfuerzo.
También agradezco al CONICET y a través de él, al CITNOBA, porque el impulso que nos están dando es importantísimo.
En lo personal, quiero hacer un reconocimiento a mi maestra de la ciencia, la doctora Damasia Becú, por su trabajo tenaz, impecable. Creo que he sido una privilegiada al haberme formado y seguir formándome con ella como investigadora y disfruto enormemente el equipo de colaboración que armamos entre el IBYME y el CITNOBA. Es un placer tenerla en el directorio del CIT apoyándonos también.
Finalmente, gracias a nuestro equipo del CIBA por el esfuerzo, por las ganas, y por hacer tan cálido el trabajo de todos los días.<


(*) Directora del Programa de Laboratorios de
Universidad.