El juninense bajó más de 260 kilos.
El juninense bajó más de 260 kilos.
LUCHA CONTRA LA OBESIDAD MÓRBIDA

Silvio Carassai: “Miro las fotos y tengo recuerdos, para decirme nunca más”

Pesaba más de 370 kilos y hoy llegó a los 110. Mientras aguarda una segunda operación de reconstrucción, luego de su tratamiento, y una batalla que no termina, asegura: “Hoy me puedo reír”.

En medio de los fuertes debates que se suscitan respecto de la mirada sobre la imagen corporal y una necesidad de erradicar de una vez por todas la estigmatización que sufren las personas con sobrepeso, hay una lucha mucho más fuerte y personal, como la que lleva adelante el joven juninense Silvio Carassai.

A lo largo de su vida desarrolló una obesidad mórbida que casi le cuesta la vida. 

Pesaba más de 370 kilos y hoy llegó a los 110: “Miro las fotos y tengo recuerdos, para decirme nunca más”, asegura.

Una lucha de años

Consultado sobre su historia, su situación y los posibles disparadores que desembocaron en su extrema obesidad, Silvio habla especialmente de “aburrimiento, tristeza”, y agregó además: “Creo que me creía un súper hombre, vivo. Pero a su vez no le encontraba sentido a la vida. Me daba lo mismo estar vivo o no”, narra con crudeza. 

Al haber sufrido convulsiones desde muy pequeño, asegura que también la figura de su mamá fue clave: “Yo siempre apelaba a que mi mamá me sobreprotegiera”. 

Luego de estar más de dos meses en emergencias, en el Hospital de nuestra ciudad, llegó la posibilidad del camino de recuperación en la Clínica Cormillot.

Con la necesidad de cambiar su vida, especialmente para “vivir”, el juninense ingresó a la clínica el 14 de octubre de 2020. 

Hoy con 38 años cumplidos, Silvio llegó al reconocido centro con 36, y asegura que compartió habitación con personas de más de 70 años.

“Antes de ingresar a la Clínica para el tratamiento, no caminaba, no tenía equilibrio, ni musculatura”, asegura.

A su vez contó que si bien supo que pesaba estimativamente 370 kilos, “no me podían pesar en Junín”. 

Para poder ser trasladado requirió ayuda de Bomberos y según contó con sus propias palabras, “rompí como cuatro frazadas, sacaron las puertas, y me sacaron con las cobijas”.

Sobre la cirugía que requiere respecto de la grasa sobrante tras el descenso de peso señaló que “Fernando Crocco me hizo la cirugía por PAMI, y ahora espero la segunda”.

“Hoy me puedo reír”

Mientras espera una segunda operación, y con más de 260 kilos bajados, asegura que hoy se puede reír. “Antes me sentía herido y comía. Me sentía mal y estaba horas llorando. Mi autoestima no estaba bien. Hoy me puedo reír. Hoy voy al gimnasio todos los días”. 

Hoy recuerda desde lejos la negación que tenía respecto de la decisión de sentirse mejor y acompañado por sus hermanas y su padre trata de llevar una vida ordenada para cuidar su salud. Además agradece a los profesionales que lo acompañaron en el camino.

“Llevo un registro de emociones y comidas. Sin prohibiciones. Porque esta es una enfermedad tanto crónica como psicológica”.

Casi como un consejo, para quienes atraviesas situaciones similares, Silvio asegura que siempre es conveniente “que se acerquen al hospital, a hablar con psicólogos. Está todo en la cabeza. Hay que rodearse de profesionales que son quienes saben. Se puede”, concluyó.

La obesidad, en cifras

Desde la Organización Mundial de la Salud, se asegura que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.

En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. El 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.

La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.

En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. En ese mismo año, había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.

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