Se enfría el consumo en almacenes y supermercados por la inflación y la caída del salario.
Se enfría el consumo en almacenes y supermercados por la inflación y la caída del salario.
EL PULSO DE LA ECONOMÍA

Precios “por las nubes”: baja el consumo en supermercados y almacenes de Junín

Tras las compras anticipadas de noviembre y diciembre, y con salarios que corren detrás de la suba generalizada del costo de vida, los comerciantes registran una caída en las ventas y un menor ritmo en las reposiciones de los productos.

Por las compras anticipadas, durante noviembre y diciembre los supermercados y almacenes mantuvieron sus ventas, pero tras la devaluación y la escalada inflacionaria - que aún parece no encontrar techo- los establecimientos de bebidas y comestibles registran en enero una caída en el nivel de ventas, que ya afecta a toda la cadena comercial, ya que no se reponen los stocks o no lo hacen al ritmo habitual.  

Al momento de explicar las razones, fuentes del sector esgrimieron en diálogo con Democracia que la merma se debe a que muchos clientes están de vacaciones. “Y las ventas no bajaron más porque muchos juninenses, frente a la crisis, optaron por vacacionar en sus casas”, soltó un comerciante de la ciudad. 

Lo cierto es que el consumo en la Argentina y en nuestra ciudad, promediando enero, bajó y las expectativas para febrero y marzo no son las mejores, por lo que apuntan a abril con una visión más positiva, pese a que, como viene informando este diario, para esa fecha se espera el impacto de la suba tarifaria en la luz y el gas. 

En diálogo con Democracia, Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros y de la Confederación General Almacenera Nacional, hizo un racconto del movimiento de las ventas desde noviembre a esta parte, donde, según dijo, hubo, en un principio, ansiedad por stockearse por parte del común de la gente y, por otro lado, mucha especulación financiera. “Luego vino el impacto por el aumento de los precios y un reacomodamiento en la economía familiar y de los comercios minoristas”, afirmó.

 

Aumentos sin tregua

¿Qué pasó en noviembre de 2023? Según Savore, el inicio de los fuertes aumentos sucedió a partir del 21 de noviembre, ya pasadas las elecciones del balotaje, ya pasado el feriado, o sea, cuando comenzó la semana de reposición de la mercadería en los almacenes y autoservicios. “Yendo al mayorista nos encontramos con que la mercadería había tenido una variable de aumento de entre un 25 y 30 por ciento, con una dispersión de precios increíble entre uno y otro mayorista, con una diferencia de 3 a 4 puntos”. 

Y añadió: “De aquel 21 de noviembre hasta la actualidad, la mercadería tuvo una variable, como mínimo, del 100 por ciento de aumento. Todo duplicó el precio”, apuntó Savore a este diario, uno de los dirigentes más consultados por el tema de los precios en los últimos tiempos.

“Cuando terminó la votación, el 21 de noviembre, se abrió una especulación tremenda, los mayoristas y las empresas, para cubrirse, remarcaron -terminaban los Precios Justos- y hubo una tremenda especulación financiera”, advirtió. “La gente calculaba que iba a haber aumentos agresivos y, el que pudo, se stockeó entre fines de noviembre y los primeros días de diciembre. Y nuestras ventas fueron buenas, porque la gente se abasteció”, afirmó Savore.

“Y ya en pleno diciembre, mes en que generalmente la gente compra por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pan dulce, sidra y turrón, por decir algo, faltando 15 días para las fiestas vimos que no había espíritu navideño y muchos tomamos la decisión de poner al costo ese tipo de mercadería para ‘sacarla de encima’, porque pasadas las fiestas no la íbamos a poder vender. Así y todo, la caída del consumo por las fiestas fue de un 20 por ciento menos comparado con el año anterior”, indicó.

“Y si uno piensa que por esas fechas el cobro del medio aguinaldo (que generalmente sucede en la segunda quincena de diciembre) puede influir en las ventas de almacén, ahora observa que ya hace tiempo que ese dinero extra no va al comercio: muchos lo usaron para pagar la tarjeta, que a esa altura del año estaba al rojo vivo”, detalló.

 

Vacaciones

Pasaron las fiestas y el sector almacenero estimaba que la caída del consumo iba a ser muy significativa, pero hasta ahora ven que la merma no es tan abrupta como se esperaba. “Lo que pasó en diciembre nos hizo pensar que la caída de ventas en enero y febrero iba a ser mínimamente de un 50 por ciento, porque por un lado estaba la mercadería que duplicó su precio y, por otro, la gente que se iba de vacaciones. Los comercios de proximidad sabemos que los vecinos se toman sus días de descanso, pero este año no fue tan así”, manifestó Savore.

“Empezamos a ver – prosiguió- que, en la primera quincena de enero, la baja de las ventas había sido del 15 por ciento, no llegaba al 20, lo cual por un lado nos daba un poco de tranquilidad económica, pero por el otro nos llamó la atención. La pregunta fue ¿por qué no cayó más? Y ante eso, todos los almaceneros consultados me dijeron lo mismo: muchos de los vecinos no se fueron de vacaciones”.

 

Expectativas

Consultado sobre las expectativas y las medidas a tomar en marzo y abril próximos, Savore respondió: “Una de las medidas es disminuir el ritmo de aprovisionamiento de mercadería que teníamos, porque ahora se vende más lento, las primeras marcas van quedando en las góndolas, los pedidos disminuyen, aumentan las ventas de las marcas pymes”.

“Y marzo es un mes complejo para nosotros. El inicio de clases significa un gasto extra para las familias argentinas: pago de matrícula, ropa y útiles escolares, a pesar de que muchas docentes ya pasaron la lista a fines de diciembre, para anteponerse un poco a los aumentos y que los padres pudieran ir comprando de a poco durante el verano”, dijo.

“En abril, veremos lo que pasa, ya que la preocupación va creciendo, más allá de los que han apoyado y votado a este gobierno, porque el dinero no alcanza”, advirtió.

 

Escenario local

Democracia consultó a un almacenero local que también ocupa un cargo directivo en la Sociedad Comercio e Industria de Junín (SCIJ). Roberto Elías, dueño del supermercado Don Enrique e integrante de la comisión directiva de la entidad, afirmó que, a mediados de enero, en su comercio la baja del consumo estuvo relacionada con que, como todos los años, en vacaciones hay ausencia de gente en la ciudad.  “La baja no difiere mucho del año pasado, siempre en esta época sucede eso porque la gente se va de vacaciones o no está, por lo tanto, no podemos decir que es debido a los incrementos de precios”, consideró Elías.

Consultado sobre sus expectativas para los meses próximos, el entrevistado manifestó: “Yo creo que no va a haber consumo, al contrario, habrá una baja de consumo por una cuestión lógica: al no aumentar los sueldos y seguir aumentando los productos, habrá una baja”.

“En marzo, sabiendo que viene el tema de las clases, las mismas empresas (mayoristas) al notar menos compra por parte de los comercios, que a su vez compran menos porque los clientes consumen menos, van a salir con promociones y otras cuestiones que se van a tener que volcar al cliente para generar el consumo, para que el cliente se pueda administrar con el ingreso que tenga”, dijo.

“Creo que todos tenemos que estar ordenados para que esta baja no nos agarre de sorpresa, no nos complique, para que podamos seguir funcionando. Y si la situación tiende a mejorar, estar preparados para subirnos a esa ola”, manifestó.

Sebastián García, del comercio de Barrio Belgrano Alma Criolla, afirmó a este diario: “Pese a las quejas, las ventas siguen igual, la cantidad de clientes que ingresa es la misma que en enero de 2023, pero sí es claro que compran opciones más económicas”. Y graficó: “Por ejemplo, en vez de comprar el jamón natural de primera marca, llevan una segunda marca”. 

 

Las subas, con mayor impacto en los alimentos

La inflación se disparó al 25,5% en diciembre, un dato clave que era esperado por el gobierno de Javier Milei. De acuerdo a lo informado por el Indec, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado se duplicó respecto a noviembre y una de las variables que suele estar por encima del promedio son los alimentos.

Así, este rubro esencial para el consumo de las familias aumentó 29,7% y superó en 4,2 puntos porcentuales a la inflación promedio. El marcado incremento surge como consecuencia de la decisión del Gobierno de ponerle fin al programa Precios Justos.

Al interior de esta división, se destacaron la suba de Carnes y derivados, así como el ítem Pan y cereales. De esta manera este sector sufrió un incremento anual de 251,3%, ubicándose 39,9 puntos porcentuales por encima del índice general.

Al observar en detalle los precios que informa Indec en el GBA se pueden advertir, excluyendo variaciones estacionales, rubros que son consistentes con el aumento con todos los productos testigo, como el caso de la carne. El kilo de asado aumentó un 43,6% de $3.617,57 en noviembre a $5.195,56 en diciembre. El cuadril por kilo, registró un incremento del 42,8%, la nalga 40,3%, la paleta 38,4,8% y la carne picada 34%. 

Por su parte, el valor del pollo entero pasó de $1.275,08 a $1.652,73 (29,6%) y el pack de hamburguesas congeladas se incrementó un 36,9% de $1.551,86 a $2.124,13.

En cuanto a valores de referencia, otro de los rubros que más se incrementaron fue el de "Pan y Cereales". El arroz blanco simple pasó de $1.020,69 a $1.557,53 por kilo (52,6%) y harina de trigo común 000, que costaba $323,26 en noviembre y su valor en góndola llegó a $492,38 en diciembre (52,3%).

Otros productos sensibles en la alimentación de los argentinos que tuvieron un importante aumento fueron los fideos secos, que pasaron de $760,44 a $991,66 (30,4%) y el pan de mesa, cuyo valor pasó de $804,52 a $1.113,20 en diciembre (38,4%).

Le siguieron el aceite de girasol, con un aumento del 56,6%, el tomate en conserva (51%), leche en sachet, que pasó de $457,10 a $614,66 (34,5%), queso pategrás (32,3%), yogur firme (29,4%), manteca (24,6%) y los huevos de gallina por docena pasando de $1.397,28 a $1.622,13 (16,1%).

Por último, el rubro "Frutas y Verduras" tuvo los siguientes incrementos: el limón, cuyo valor por kilo pasó de $459,96 a $775,97, lo que representa un salto de 68,7%. Otros productos que sufrieron aumentos importantes dentro de esta división fueron la naranja (36,9%), la banana (31%), el zapallo anco (36,2%) y la lechuga (20,2%). Generalmente este rubro se encuentra atado a precios de estación y suele reconocer importantes aumentos.

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