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TRABAJO DE INVESTIGACION QUE SE ESTA HACIENDO EN SEIS MUNICIPIOS, ENTRE ELLOS JUNIN

Estiman que entre un 40 y 50 por ciento de los niños menores de tres años tiene anemia

Se esperan los resultados que se van a procesar en toda la provincia/Se están terminando las encuestas pero se está comenzando a trabajar a partir de tener los primeros resultados básicos de los análisis efectuados/Las muestras extraídas en noviembre ya están en manos de algunos médicos de las unidades sanitarias, pertenecientes a los barrios donde se realizaron las encuestas.

La doctora Mercedes Luna, profesional que pertenece a la Región Sanitaria III, señaló que aún no se tienen los resultados en relación a la campaña que se ha venido desarrollando para la detección de anemia en menores de dos años y mujeres embarazadas. Señaló que «los resultados se van a procesar en toda la provincia», destacando que son seis los municipios que están integrando el trabajo de investigación y acción, en forma conjunta UNICEF y los municipios.
Explicó que «recién estamos en la primera etapa, terminando las encuestas. Aún no se ha procesado ninguno de los análisis, aunque sí los básicos como hemoglobina, hematocritos. A medida que se van produciendo, se van haciendo las intervenciones».
Agregó que «las primeras muestras que se sacaron en el mes de noviembre, ya están en manos de algunos de los médicos de las unidades sanitarias pertenecientes a los barrios donde se realizaron las encuestas, para que estén ya citando a los pequeños que tienen anemia como así también las mamás en las que se ha detectado anemia, para empezar a trabajar».

Cifras que preocupan

«El porcentaje o cuál es la prevalencia de anemia en la población, no la podemos tener porque debemos tener toda la provincia primero», indicó.
La doctora Luna dijo, haciendo una evaluación a nivel general, que «por ahora, por lo que estamos viendo, era lo esperado, lo que pasa es que lo esperado era una cifra bastante desilusionante ya que se calcula que entre 40 y 50 por ciento de los niños menores de tres años están con anemia».
«Esta es una cifra -señaló- que demanda una rápida intervención y es lo que estamos haciendo en cada uno de los municipios que participan. Antes de los resultados finales de estos trabajos ya se empieza a trabajar paciente a paciente».
Por su parte, en las mujeres embarazadas esa cifra se sitúa entre el 30 y el 40 por ciento, «por lo que también es importante ya que la alimentación del niño está mucho más limitada, en cambio en el caso del adulto, donde la mayoría de las embarazadas están por encima de los 14-15 años, tienen acceso a distinto tipo de comida. Un niño menor de dos años, su dieta es en base a lácteos y muchas veces a los papás nos da un poco de temor incorporar rápidamente la carne y por ello hace que se tenga falencias en la incorporación de hierro».
La doctora Luna expresó que «este diagnóstico de anemia que estamos haciendo en este momento, va a ser confirmatorio de todas las experiencias muy pequeñas que se han venido haciendo, porque hay gente que hace 20 años que está trabajando en ésto».

Niveles sociales

Negó que los porcentajes de niños anémicos se den en un determinado nivel social. «Nosotros pensamos que no es así. La última investigación que se hizo en el conurbano, tomó de distintas clases sociales y les dió el cuarenta por ciento», explicó.
Consideró que «ese cuarenta por ciento quiere decir que incide más no en el acceso a la medicación sino al estilo de vida, es decir, tener dietas con pocas carnes. La poca carne es para el adulto que puede presentar algún inconveniente. El niño necesita comer carne todos los días», sentenció.
Reconoció que eso no se hace en todos los hogares y lo atribuyó, en algunos casos, «por no poder tener acceso» y en otros «por el desconocimiento de la importancia de incorporación de carnes, de cualquier tipo: de pescado, de vaca, de pollo, de cerdo...». Reconoció que no es fácil revertir esa situación, pero es un factor que plantea el trabajo.
«No solamente trabajamos caso por caso, que ya lo estamos haciendo porque nos parece que si tenemos el diagnóstico no debemos esperar que se cierre la investigación, sino empezar rápidamente y es lo que estamos haciendo», indicó. Precisamente aclaró que «aquellos papás y mamás a cuyos hijos les hayan sacado sangre pero no hayan recibido ninguna citación ni llamado, quiere decir que sus hijos no tienen anemia».
Reiteró que «es importante comenzar a revertir los hábitos de alimentación, que es la incorporación de carne en nuestra dieta. Siempre ha estado, pero muchas veces las políticas económicas ha hecho que baje el acceso a la carne».

Líneas de intervención

«El hecho -agregó- es que hay distintas líneas de intervención. La única línea de intervención que se trabajó firmemente, fue hace cinco años donde se empezó a trabajar dando hierro en gotas, para niños, en forma obligatoria.
Lo que pasa es que también hay una visión de la gente, como que la anemia no es una enfermedad». Sin embargo sostuvo que «la anemia es una enfermedad que debe ser tratada y curada.
Justamente eso es lo que estamos tratando de revertir: lo que piensa la gente con respecto a la anemia.
Muchas personas nos dicen ‘yo he sido anémica toda la vida’ y es como decir ‘yo he sido diabética toda la vida’ o ‘hipertensa toda la vida’, es decir, estamos hablando de enfermedades que necesitan tratamiento».
«Esta fue una política que no tuvo el alcance necesario.
Tener a disposición de la gente hierro, no alcanzó para curar esta patología, pero lo que se logró y que es muy bueno es que existe una ley nacional y provincial que debe ser cumplida en el cual las harinas para los productos de panificación deben ser fortificadas con hierro y ácido fólico, una legislación que data desde hace cinco años, es decir desde el 2000», señaló la profesional.
Luna destacó que «éste ya es un aporte más porque los chicos comen pan o galletitas.
Estamos hablando de una política de mayor alcance».

Plan a seguir

Una vez que se tengan los resultados se comenzará con una tarea planificada. Alrededor del 15 de marzo se tendrán datos preliminares pero de cuatro municipios, ya que otros dos los entregarán recién a fines de marzo.
Esos datos, serán publicados y rápidamente volverán a reunirse los equipos de los seis municipios, entre ellos Junín, para comenzar a discutir lo que se hará en cada uno de ellos.
«Las diferencias entre Necochea, Junín, Moreno, Berisso y Avellaneda son muy grandes. En esos equipos técnicos está la dirección de Salud, Bienestar Social, algunos representantes políticos como concejales, personal técnico de la Sociedad Argentina de Pediatría, de Pediatría del Hospital y Región Sanitaria», detalló.
Entre todos ellos se analizará la posibilidad de trabajo en los municipios, lo cual se comenzará a hacer una vez que se tengan los datos.
Puntualizó que se trata de una investigación seria en la cual se trató de contemplar todos los protocolos.
La situación dada en los municipios, probablemente se esté dando en los 132 distritos de la provincia de Buenos Aires, lo cual quiere decir que las políticas de intervención van a ser generalizadas a toda la provincia.
«No se podía hacer una investigación de este tipo en todos los municipios porque cuesta muchísimo dinero y, todas las investigaciones, para toda la población, casi no se usa, sino que se utilizan muestras.
En este muestreo, dio la casualidad que se sugirió el municipio de Junín, como una comuna del interior, con un sistema de salud bastante abierto.
La Municipalidad de Junín aceptó este desafío y por ello estamos trabajando», expresó.

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