Las productores juninenses ya temen un revalúo del impuesto Inmobiliario Rural

Voces de malestar e inquietud comienzan a aflorar en el ámbito rural bonaerense ante el revalúo inmobiliario que el gobierno de María Eugenia Vidal impulsa para el año próximo, sobre “los valores básicos de las mejoras rurales y las plantaciones”, para el cual ya se pusieron en marcha comisiones asesoras en los 135 distritos.
En ese sentido, uno de los primeros en oficiar de vocero de la preocupación chacarera fue el tesorero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, quien expresó: “No tenemos claro de qué mejoras rurales se está hablando y hay cierta inquietud respecto a qué alcance tiene”.
El dirigente ruralista ahondó: “Lo que se denomina mejora puede ser mejora en una vivienda de carácter suntuoso pero en cuanto a las demás: alambradas, molinos, casas de tinglados, no debe ser tomado como mejoras sino que son inmuebles que hacen a la actividad”. “Uno no se puede imaginar un tambo sin un tinglado”, explicó.
En Junín, el tema ya se convirtió en tema casi excluyente de conversación y llevó a algunos dirigentes a tratarlo con las autoridades políticas con presencia en el ámbito provincial.
En efecto, Alejandro Barbieri, presidente de la Sociedad Rural local, afirmó haberle transmitido la preocupación de los hombres de campo a las diputadas Laura Ricchini (Cambiemos), Rocío Giaccone (Frente para la Victoria) y Valeria Arata (UNA) y adelantó que hoy hará lo propio al reunirse con la senadora Malena Baro.

“Estamos totalmente en desacuerdo”
En respuesta a una consulta de Democracia, Barbieri se explayó sobre los perjuicios que el revalúo causaría en el sector. “Me da la sensación de que están tratando de instalar el tema desde el propio gobierno para ver cómo cae en el productor, porque la verdad es que no hay nada formal, no hay bajada de línea que indique qué es lo que van a hacer, ni cómo ni cuándo. Lo que sí tenemos en claro es que estamos totalmente en desacuerdo con el impuesto inmobiliario complementario rural, porque es regresivo y no es justo, dado que hay partidas grandes que no lo pagan y otras más chicas que como son varias a cargo de un titular sí lo abonan”, puntualizó.
En cuanto al factor de las mejoras que serían tomadas como parámetro para establecer el ajuste, Barbieri denunció que el concepto es contrario al fomento de la inversión productiva, por lo que “en vez de gravar habría que dar incentivos a quienes buscan agrandarse”, sostuvo.
“Las mejoras en zonas rurales provienen de la inversión productiva, que se reflejan en la construcción de galpones, de parideras para cerdos y otras iniciativas que no deben ser objeto de impuesto porque con eso se estaría bloqueando al camino a que esos emprendimientos se repliquen en otros establecimientos”, agregó.  

“Todavía estamos desatando nudos”
Barbieri recordó que el último revalúo en el tributo en cuestión fue en el año 2012, bajo el gobierno de Daniel Scioli, cuando “se puso precio a los campos casi a valor de mercado y se aplicó un impuesto complementario en el que si un mismo CUIT tenía una o dos partidas se le cobraba un porcentaje más”.
“Esto hace, por ejemplo, que haya gente que tiene cuatro partidas de cincuenta hectáreas y tenga que pagar y otra que posee mil hectáreas todas juntas y no lo pague. Es totalmente incoherente y estamos pidiendo que se revea.  Hay preocupación porque todavía se están desatando los nudos que hay y bregando porque los impuestos sean realmente progresivos y equitativos y no regresivos, además todo ha aumentado mucho”, manifestó.
El dirigente indicó que ante la situación planteada la semana pasada mantuvo reuniones con Laura Ricchini, Rocío Giaccone para hablar sobre el financiamiento de los comités de cuenca “pero se abordó este tema”. Y añadió: “Hoy (por ayer) por la mañana estuve con Valeria Arata y también se habló del asunto y mañana (por hoy) nos juntamos con Malena Baro. Así que estamos tratando desde Junín de aportar todo lo que tenemos a nuestro alcance”, manifestó.