SECRETARIO DE COMUNICACIÓN BONAERENSE

Federico Suárez: "El peronismo se está 'deskirchnerizando'"

El hombre clave de la comunicación del gobierno de María Eugenia Vidal reconoce que incluso se ocupa de sus discursos. Analiza los primeros siete meses de la gestión de Cambiemos.

¿Cuál es su tarea dentro del gobierno provincial?
-Tengo a cargo todo lo que tiene que ver con la comunicación masiva del gobierno, contenido, imagen, estrategia digital. Me ocupo de coordinar la agenda de la gobernadora, incluso de la preparación de sus discursos. En pocas palabras, de detectar crisis y oportunidades de comunicación.

-A comienzos del gobierno de Vidal, usted declaró que había existido una orden de la expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, para bloquear la aprobación del presupuesto. Pasaron siete meses, ¿cómo ve la relación con la oposición, principalmente con el Frente para la Victoria (FpV), en la Legislatura?

-La sociedad empieza a acompañar a una nueva clase política desideologizada, que va saliendo de un relato vacío. Eso ayuda, a su vez, a que los dirigentes tomen un camino nuevo. El FpV se dispersa, el Partido Justicialista (PJ) se deskirchneriza, los bloques legislativos se van redefiniendo.
El dato saliente del escenario político actual es que hoy en la Legislatura se discuten proyectos de cara al futuro de la Provincia. Antes el recinto funcionaba como una mera escribanía.

-En los últimos días estamos viendo a funcionarios del gabinete provincial recorrer los municipios y anunciar inversión en obra pública. ¿Por qué la administración provincial hace especial hincapié en el desarrollo de la infraestructura?

-Porque en la campaña electoral del año pasado nos comprometimos a eso. La gobernadora insiste en que al menos una vez por semana debemos salir de nuestros escritorios y viajar a las diferentes localidades de la provincia para reforzar el compromiso que asumimos antes de diciembre de 2015.
Los municipios necesitan obra pública, porque encontramos una provincia muy estancada. Y, sobre todo, nos aferramos al principio de que obra pública que empieza, obra pública que se termina.

-¿Cuál es la situación financiera actual de los municipios?
-Complicada, como la de la provincia en su totalidad. Sin embargo, emprendimos el enorme esfuerzo de distribuir entre los distritos unos 7.000 millones de pesos en infraestructura y unos 10.000 en seguridad, independientemente del color político de sus gobiernos.

-¿Cómo evalúa la política de seguridad? ¿Existe la decisión de avanzar en una reforma de la Policía bonaerense?
-La gobernadora lo dijo en reiteradas ocasiones: hay policías buenos y policías malos. El problema es que los malos tienen más prensa y más poder.
Resolvimos el pase a disposición de varios comisarios. Se está invirtiendo en que cada policía tenga su chaleco, para así dejar atrás la modalidad del “chaleco caliente” (un efectivo se lo quita antes de que finalice su turno y entrega al que ingresará en su lugar).
También apostaremos a reforzar la capacitación de los agentes. Cosas que se oyen básicas, pero que durante muchos años no lo fueron.

-¿Creen que hay resistencia de parte de los mandos desplazados?
-Por supuesto. Cada vez que un policía malo se siente acorralado, intenta poner palos en la rueda. Y ya hemos recibido varias señales en ese sentido. Por ejemplo, el extraño episodio en el que ingresaron a la casa del ministro de Gobierno, Federico Salvai, y revolvieron todo, sin robarle nada. Pero el gobierno no va a claudicar.

-¿Tiene alguna posición tomada sobre la resolución de la Cámara Federal porteña que suspendió el aumento de las tarifas?

-Fueron más de diez años de pérdida de soberanía energética y ahora la luz ya no sólo se corta en verano sino también en invierno. Con el gas pasa lo mismo. La decisión de subir las tarifas fue dura y el gobierno está asimiendo el costo. Pero no había otra alternativa.
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