EL DIRIGENTE JUSTICIALISTA HABLÓ DE LA SITUACIÓN ACTUAL

Julio Henestrosa: "El tarifazo debería haber sido más gradual"

El secretario general del Sindicato Empleados de Comercio admitió que el aumento de la luz y el gas preocupa mucho a los empresarios, sobre todo del sector Pyme. No obstante, dijo que al Gobierno hay que "darle tiempo".

Es un momento complicado de la economía y con múltiples lecturas y expectativas de cara a lo que vendrá. ¿Cuál es el presente de la actividad comercial?
-Estando cerca de nuestros compañeros tenemos la posibilidad de ver si existen remarcaciones, si se producen suspensiones o despidos, cosa que felizmente no ha pasado, y la verdad que hay cosas que sorprenden. Por ejemplo, en una semana, en calle Roque Sáenz Peña abrieron tres locales, cada uno con un empleado, o sea que no se ha generado una ola de nuevos empleos ni mucho menos, pero vemos que el panorama está estable. Obviamente que por la recesión han bajado las ventas, pero el empresariado todavía mantiene a su personal.

-¿Cómo hace el dueño de una pyme y el pequeño comerciante para afrontar este tarifazo que ha habido con la luz y el gas y en un escenario donde están cayendo las ventas?
-Justo esta mañana (por el jueves último) conversamos de este tema en reunión de comisión directiva y acordamos que, a partir de la semana que viene, vamos a estar atentos porque van a llegar las facturaciones, y si bien es cierto que les han puesto un tope, esto va a dar una pauta de lo que es capaz de resistir el empresariado y cómo lo va a manejar.

-Hoy el trabajador está en medio de una fuerte incertidumbre, ¿cómo ve usted la situación en el corto plazo?
- En nuestro ámbito, para el empleado de comercio acordamos un salario en abril por seis meses, del veinte por ciento y dos mil pesos no remunerativos, que no era a lo que la mayoría aspirábamos pero no se puede desconocer que enfrente hay un sector patronal que discute. Y en septiembre vamos a tener los datos estadísticos reales de la inflación y allí podremos pedir una reactualización de haberes. No obstante, todos sabemos que el salario es insuficiente, nuestro sector encima tiene un sueldo uniforme y no escalafón por actividad, y sabemos que no es lo mismo el almacén de Don Juan que un autoservicio o una casa de electrodomésticos, porque se barajan otros niveles de ventas y demás. Por ahora, lo vamos sobre llevando con un salario que no es malo pero tampoco es bueno.  

-¿Usted piensa que el ajuste tarifario se podría haber encarado de otra manera?
-Creo que las medidas se debían haber tomado de manera más gradual, con un shock menos explosivo. Obviamente, yo no soy economista, pero desde el principio hubiera dado un aumento general de mil quinientos o dos mil pesos y aplicar el mismo aumento en las tarifas pero en tres etapas, cada tres meses, pero que el trabajador empezara a pagar los incrementos con su aumento de sueldo en el bolsillo. Yo creo que los que firmaron un acuerdo salarial del 32 o 33 por ciento por un año van a tener que pelear una recomposición porque ese arreglo va a ser absorbido por la inflación; es más, nosotros vamos a estar pidiendo un 30 o 35 por ciento arriba, ahora cuando nos toque. En cuanto al resto de la política, creo que los cruzamientos se dieron demasiado rápido y que el debate debería ser más profundo en vez de entrar en esta pelea de todos los días y por todo. A los peronistas nos desencontró el haber perdido en la provincia de Buenos Aires cuando nadie lo esperaba, pero eso ya fue y tenemos una etapa totalmente distinta. Mucha gente, más allá del tarifazo, ve bien el manejo de la economía y creo que en el futuro habrá cosas que se podrán modificar y otras en las que ya no puede volver más para atrás. Los peronistas primero tenemos que entender que hemos perdido, analizar las causas de esa derrota y tratar de buscar cambios también. No es necesario tirar a nadie por la borda pero sí es importante la aparición de gente con nuevas ideas. Nosotros acá cerquita teníamos un legislador desde hace dieciséis años, que encima tenía a su hermana en la misma función, y en una localidad de diez mil habitantes, con todos los recursos que manejan ellos, perdieron. ¿Entonces qué podemos esperar?

-¿Habla de Patricio García?     
- Sí, de Patricio García, no tengo ningún problema de decirlo con nombre y apellido. Perdió y no representa absolutamente a nadie, pero lo tenemos cuatro años como senador porque a pesar de haber perdido en su pueblo se vio beneficiado por la suma de todos los votos de la cuarta sección electoral. Yo creo que esto no nos hace bien.

-O sea que para usted las últimas elecciones tienen que haber servido de aprendizaje histórico…
-Seguro, además yo he sido crítico durante muchos años al hablar de la “cooperativa de la cuarta”, manejada por Julián Domínguez y Florencio Randazzo, que propiciaban la continuidad de los mismos dirigentes en los cargos legislativos. Yo creo que hay que tomar esta experiencia, sentarse con los jóvenes y explicarles que estos errores no hay que repetirlos. A nosotros, los dirigentes viejos, no hay que permitirnos este tipo de artimañas para que llegue de legislador un amigo y no el dirigente preparado.

-¿Cree que el gobierno de Macri llevará finalmente beneficios a la clase trabajadora?   
 -Yo creo que esta última va a ser la metodología. Lo que conocemos de Macri es su ideología de centroderecha, pero si el país se modifica y vienen capitales, inversiones, y generamos mano de obra, vamos a estar en una posición totalmente distinta a la que hemos venido viviendo. No hay que olvidar que llegamos muy mal al 10 de diciembre pasado.

-Pero en los 90 también llegaron muchas inversiones y la Argentina era prácticamente un país de servicios, con poco trabajo genuino.
-Ahí las inversiones eran para quedarse con el patrimonio argentino, con las joyas de la abuela.

-¿Y usted cree que esa decisión ya está aprendida por los argentinos?
-Yo creo que sí, la gente no va a permitir volver a aquello. Como ciudadanos nos debemos sentir obligados a acompañar el cambio y controlarlo, pero no poner barreras sino señalar cuando uno tiene una visión distinta. Nosotros todavía tenemos a un dirigente como Guillermo Moreno que después de aparecerse en las negociaciones con empresarios con un arma arriba de la mesa, hoy dice que Macri es peor que (Jorge Rafael) Videla. El problema no es que lo diga, porque estamos en democracia y tiene derecho hablar, lo preocupante es que haya gente que lo aplauda.  

-¿Cuánto margen más tiene este gobierno para continuar con su política de ajuste?
-Pienso que una buena señal fue haber asegurado que no iba a haber más aumento de tarifas. Otra medida importante es haber mantenido la ayuda social, cuya demanda se ha acrecentado, e incluso haber rectificado el rumbo cuando después de alguna decisión el rumbo no ha sido el esperado. Alguno me podrá decir que a esta altura es necesario rectificar todo el mundo, pero yo no creo que sea así. Pienso que hay algunas cosas que se han encarado muy bien, el manejo de los recursos ha salido de ese desmanejo tan característico de los últimos años y no hay que olvidar que hace falta experiencia en la gestión.

-¿Quién puede encarar o encabezar la renovación peronista?
-Hay tres o cuatro figuras jóvenes, como (Juan Manuel) Urtubey, (Sergio Massa) o el mismo Randazzo, que son gente relativamente nueva y que no están quemados en la política. Tienen crédito todavía. Hay que darles el liderazgo a los jóvenes.

-En este esquema, ¿el kirchnerismo tiende a la extinción o para salvarse puede subirse a alguno de estos dirigentes que usted menciona?
- Me sorprende que algunos compañeros todavía estén hablando de Cristina como si fuera la solución para este país, cuando en realidad ya fue.

-¿Qué opina de los primeros seis meses de Pablo Petrecca al frente del municipio?
-Creo que está trabajando bien. Días pasados mantuvimos una reunión de más de una hora, en la que nos posibilitamos hablar despojados de toda ideología.  Yo, en la medida que me llamen por temas referidos a Junín, voy a tratar de aportar algo. También pienso que necesitan un tiempo porque no tienen experiencia.
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