La reacción diaria

Después de mucho tiempo de descanso sobre las anchas espaldas de la historia, los diarios locales (este y aquel) buscan re-posicionarse en el marco de un dinamismo tecnológico que configura nuevas y desconocidas reglas de juego.
La tradicional lectura papel sigue en pie y ojalá se mantenga vigente como elemento cultural necesario. En simultáneo, las redes y la nueva dinámica social obligan a modificar formatos y contenidos. Párrafos breves, imagen profesional y otras cuestiones que lentamente empiezan a “atender” y “entender” los dueños del papel de nuestra ciudad.
La administración de la “imagen de marca” ya no se rige bajo la interpretación de caprichos estéticos de algún delicado profesional sino como herramienta funcional a la efectividad comercial. Claro está que la dirección de ese recurso no puede quedar como un simple reemplazo simbólico sino que deberá ser, en ambos casos, el primer paso para configurar un nuevo estilo de producción y re-producción de contenidos.
Atrás quedaron las campañas explícitas sobre las diferencias editoriales y las tapas rimbombantes de un desaparecido director. Hoy los diarios papel piensan en “posicionarse” desde un discurso propio, hablando de sí mismos para desplegarse hacia “lo digital”. En el “medio” surgen nuevos medios generando la sensación de que hay más espacios disponibles que anunciantes. Todos buscan nutrirse de las arcas vacías de la pauta comercial. Empresas, comercios y emprendedores que a su vez, un poco mareados entre tanta oferta, necesitan pensar en acciones que generen retorno y así lo exigen a sus gestores.
El desafío está planteado. Lo que debería venir es una clara posición marcaria-editorial; nuevos pensadores, amplitud de formatos y contenidos, política comercial sensible a los nuevos tiempos el vínculo con las agencias de marketing. Además la escucha activa a las empresas y sus objetivos comerciales siguen siendo una materia sensible para el crecimiento.
No pretendo exhibir en esta columna una valoración sobre cada uno de los caminos elegidos para potenciar la competitividad, sólo manifestar que a priori me parece saludable que reaccionen a las nuevas demandas.
Lo positivo es el movimiento y eso veo. Los medios están hablando de sí mismos y acomodan sus “vestidos”. Todo un desafío estructural ya que deberán conformarse como empresas dinámicas sobre estructuras de peso específico. Dicen por ahí que hay que re-inventarse todos los días abandonando la zona de confort, se trata de un desafío diario que en apariencia está en marcha para los medios locales.