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BENEFICIARIOS DEL PROGRAMA PRO.CRE.AR.

Familias juninenses que cumplieron el largo anhelo de tener vivienda propia

Muchos ya se instalaron en su flamante hogar y otros están a punto de mudarse a la casa que construyeron con el crédito otorgado por el Banco Hipotecario y la Ansés. Historias de gente luchadora que logró concretar un sueño por el que pugnó varios años.

"Tarda en llegar y al final hay recompensa", reza el estribillo de "Zona de Promesas", tema de Soda Stereo que cobró un candor especial en la voz de Mercedes Sosa, intérprete de una reversión junto a Gustavo Cerati.
Y esa frase musical parece ser el leitmotiv de las familias juninenses que poco a poco están cumpliendo el sueño de tener construida la casa propia.
Son casos de gente clase media, trabajadora, que veía cómo pasaban los años y el anhelo de edificar su hogar se iba postergando y que, ahora, como cita la canción está recibiendo el premio a tanta espera y tanta angustia contenida.
En la actualidad es el programa Pro.Cre.Ar, lanzado por el gobierno nacional a mediados de 2012, el que más está aportando a la causa.
Según el titular de la Ansés Junín, Nazareno Diotti, son más de mil las unidades habitacionales que fueron iniciadas con fondos aportados por la central de ese organismo previsional y el Banco Hipotecario, y muchas de ellas ya  están terminadas.
Democracia habló con beneficiarios del plan, conoció sus historias de vida y lo que significa estar atravesando por este momento tan especial.
Asunto concluido
"Nos anotamos apenas se lanzó el programa, sin lote, y como no salimos sorteados nos volvimos a inscribir más adelante, cuando ya  habíamos adquirido el terreno", comentó María Soledad Botto.
En el segundo sorteo sí tuvieron al azar de su lado, y después de doce meses de obra, hace casi un año que están viviendo en su casa propia, ubicada en Don Segundo Sombra y Matheu.
La familia de Botto está constituida por su pareja, Gonzalo Daniel, y el hijo que tienen en común, Tiziano Eros,  más otra bebé que viene en camino. "Teníamos la necesidad porque estábamos pagando unos alquileres bastante altos, entonces pensamos que si se nos daba la posibilidad de acceder a un crédito y pagar el mismo valor de un alquiler por la cuota de algo que con el tiempo va a ser propio, iba a ser lo ideal", recordó.
Botto señaló que en este momento la unidad "está habitable, falta terminar de pintar la fachada y otros detalles en el exterior".
 "Obviamente que uno siempre la quiere mejorar y le va agregando cositas, pero lo más importante es que ya podemos decir ‘sueño cumplido’", manifestó orgullosa.

Un largo camino
Darío Rodríguez empezó a hacer realidad su  fantasía del techo propio hace un par de años, pero por problemas para conseguir un lote y luego por alto precio que fueron teniendo los terrenos se fue demorando.
Hasta que apareció la oportunidad brindada por el Sindicato Empleados de Comercio de conseguir una fracción de suelo, en Bauman al 1600.
"Era para la familia, yo tengo dos nenes. Poco a poco se fue dando todo y ahora estamos armando lo que será nuestro futuro hogar, creo que para octubre o noviembre la estaremos finalizando si no surge ningún inconveniente", relató.
Rodríguez señaló que si tuviera que marcar aspectos negativos o a mejorar del programa, uno de ellos sería la demora para entregar el dinero. "Los papeles los hice el año pasado y cuando me dieron la plata, en febrero, el valor de los materiales y los insumos se había disparado bastante. Eso nos complicó un poco porque yo tenía proyectada una cosa, pensé que me iba a alcanzar para hacer un patio cerrado y un garaje pero fue imposible. La inflación nos mató, tanto en lo que refiere al material como a la mano de obra. El tema de papeles es bastante lento, que faltaba una firma, que la carpeta no le llegaba al que le tenía que llegar y demás, lo que dilató bastante el asunto", narró.
Otro caso es el de Sebastián Martín: "Con mi novia queríamos empezar a hacer algo y nos pareció que este programa era algo para aprovechar. Por suerte viene todo muy bien, lo que puedo dar como consejo es que hay que administrarse muy bien con los desembolsos. Cuando a vos te dan el primero te tienen que alcanzar para los cimientos y los dinteles", recomendó.
Por su parte, Leonardo Lovizzio, que está edificando en Ecuador 605, manifestó: "Desde pibe quería tener una casa y la única posibilidad que tenía era consiguiendo un buen laburo y construirla con mi plata. Anduve por todos lados averiguando qué facilidades me daban los bancos y realmente la llegada del Pro.Cre.Ar fue maravillosa".

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