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MARKETING APLICADO

La importancia de la ambientación comercial.

Una variable fundamental para la diferenciación.

En muchos casos, prevalece en nuestra ciudad el criterio de desarrollar negocios tomando como prioridad la definición del producto o servicio para en última instancia detenerse en la marca y su punto de contacto con la gente. Al respecto entiendo que el éxito comercial depende de la interacción lógica entre una cosa y la otra, el local comercial como nexo entre oferta y demanda.
Planificar un espacio no sólo abraza la cuestión estética y estructural sino también la búsqueda de rentabilidad vinculada con conceptos de distribución funcional y ambientación marcaria. Se trata de un pensamiento que debe contemplar el tipo de producto y la necesidad de rotación así como también la construcción de una experiencia de consumo; lo que posteriormente denominamos “boca en boca”, una variable que parece dominar el valor publicitario de nuestra ciudad.
El trabajo requiere una libertad con límites, una tarea que debe responder a las expectativas o promesas en respuesta al perfil de público al que apunta. Esto no siempre sucede y creo importante destacarlo en un contexto regional donde la competitividad se acrecienta dejando pocos márgenes para la diferenciación.
Lo que me llama la atención es la dificultad de incorporar este criterio en los negocios cuando a nivel personal la gente reconoce el valor de la experiencia. Lo que quiero decir es que la gente percibe, decodifica, elige y paga dinero extra por una dicha experiencia de compra pero no piensa en un desarrollo similar para su emprendimiento.
Cuestiones básicas y fundamentales a considerar en un contexto donde las diferencias serán estrechas, vinculadas con cuestiones que nada tienen que ver con lo tangible sino con una conclusión final entre producto y experiencia.
Quizá sea utópico pretender que a partir de una columna como ésta la gente incorpore un pensamiento que muchas veces ni siquiera ocupa tiempo en la agenda de las empresas. Es probable que sea una cuestión de tiempo, de generar el “boca en boca” de modo que la gente comprenda que la economía es una actividad emotiva y no meramente racional.<

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